PRESIDENTE DE LA DIPUTACION PROVINCIAL DE CACERES

Hace 25 años todas las mañanas enfilaba por la cuesta de la calle Sierpes y me adentraba en nuestra querida parte antigua desde la Plaza de Santa Clara. Subía la calle Ancha, me asomaba a la Plaza de San Mateo y a través de los Adarves llegaba a la antigua Facultad de Derecho en el Palacio de la Generala.

Fue en aquella época y recorriendo esas calles, entre libros, cafés, risas y asociaciones de estudiantes, cuando empecé a ser consciente de la enorme dimensión de nuestro patrimonio histórico y de la inmensa suerte que tenía de poder vivir y estudiar en nuestra ciudad. Y en estas llegó la Unesco, en 1986, y decidió reconocer de manera oficial su valor diciéndole al mundo que Cáceres debía ser considerada como Patrimonio de la Humanidad.

25 años después de aquella declaración vuelvo, como entonces, a recorrer las calles empedradas todos los días aunque ya quedan lejos los tiempos de estudiante y el Palacio de la Generala ya no alberga la Facultad de Derecho. Ahora cuando cada mañana encamino mis pasos hacia el Palacio de la Diputación, me detengo en la plaza de Santa María y vuelvo a sentirme afortunado pero también responsable de su conservación y de su puesta en valor. En este tiempo la ciudad monumental ha estado en boca de todos los políticos de uno y otro signo, se han hecho muchas cosas, algunas acertadas y otras erróneas, pero desde mi personal punto de vista nos queda una asignatura pendiente: conseguir que los cacereños vivan la parte antigua las 24 horas. Hay que lograr que el ciudadano de a pie no solo acuda en el horario de oficina de los organismos oficiales, que no solo se acerque cuando baja la Virgen de la Montaña o cuando se celebra el Womad. El objetivo es dotar de contenido estos muros centenarios, que sea una ciudad viva con tiendas, restaurantes y vecinos pero, eso sí, siempre respetuosa con el pasado, tratando con mimo lo que nos ha hecho acreedores del título de Patrimonio de la Humanidad. De este modo, seremos aún más atractivos para el visitante. Cuanto más contenido haya, más tiempo se quedarán con nosotros Hay que apoyarse en las piedras del pasado para tomar impulso hacia el futuro. Nuestra ciudad monumental debe ser el talismán que nos haga avanzar y desde la Diputación de Cáceres nos comprometemos a trabajar en esa dirección para aprobar definitivamente la asignatura de la revitalización. Todos debemos asumir como propio el reto de impulsar y mejorar nuestra ciudad y a ello les invito desde estas líneas.