El australiano Mick Doohan (Gold Coast, Queensland, Australia, 4 de junio de 1965) se llevó una alegría enorme, aunque no todos los pilotos hubiesen experimentado la misma sensación cuando el catalán Marc Márquez renovó su título mundial de MotoGP en Motegi, Japón, e igualó sus cinco cetros mundiales con Honda. Doohan, campeón con la Honda NSR500 en 1994, 1995, 1996, 1997 y 1998, no tardó ni dos segundos en felicitar por las redes a Márquez e, incluso, en hablar personalmente por teléfono con él nada más bajar del podio del circuito propiedad de Honda.

Días después, en el trazado de Phillip Island, Doohan se paseó de la mano de Márquez a lo largo de todo el gran premio, grabó una conversación con Márquez ante las cámaras de Motogp TV, ante un centenar de aficionados en un plató improvisado, y, posteriormente, le agradeció al muchacho de Cervera (Lleida), que le hubiera pedido permiso para estrenar, en el precioso circuito australiano, unos guantes y botas imitación a las que él llevaba. Eso sí, Márquez tuvo la mala suerte de que el francés Johann Zarco (Yamaha) le sacase de la carrera en las primeras vueltas.

GRANDES ELOGIOS A MÁRQUEZ

Durante esos días, Doohan conversó con distintos medios. Esta es la charla que mantuvo con representantes del equipo Repsol Honda, en la que refleja su admiración por Márquez, habla de su hijo, que aspira, algún día, a correr en la F-1 y asegura que el Mundial de MotoGP ha tomado las decisiones justas para acabar siendo una competición la mar de interesante y vistosa, atractivo que Doohan otorga a la visión estratégica de Carmelo Ezpeleta, máximo dirigente de Dorna y el Mundial de motociclismo.

Se ha pasado usted todo el fin de semana conversando con medios y aficionados, se notaba que estaba en casa. En Phillip Island, especialmente este año con el quinto título de Marc [Márquez], todo el mundo quiere hacer la comparativa de sus Mundiales y los míos, ni que sea por el número. Ganar cinco títulos, ganar con Repsol, ganar con Honda; son muchas las similitudes. Los míos fueron hace muchos años, pero es bonito que se acuerden de esta forma, aunque suponga muchas peticiones de entrevistas, además de otros compromisos que ya tengo. De todas formas, estoy muy contento de poder hacerlo todo. No es pesado, es sencillamente una cuestión de tiempo y poder encontrar la manera de llegar a todos.

¿Qué pensó al ver que luciría tus botas y giantes? Fue fantástico. De hecho me pidió permiso para utilizarlas y, por supuesto, que le dije que estaba encantado. Es un honor que pensase en mí de esta forma para correr en Australia.

¿Qué significa para usted que Marc Haya ganado cinco títulos con Honda, como hizo usted? Conseguir cinco títulos con la misma marca es algo maravilloso. Es bueno para el deporte y es bueno para la fábrica. Para mí, trabajar para Honda fue fantástico. Me proporcionaron una plataforma que me permitió ganar. No necesité una motivación para seguir pilotando año tras año, siempre y cuando me garantizaran su compromiso para seguir probando, mejorando y trayéndome lo que quisiera. Si hubiera necesitado una motivación para cambiar el color de mi moto, quizás hubiera sido el momento de retirarme. Creo que es bueno que piloto y fábrica mantengan una sólida imagen y relación.

¿Qué le impresiona más de Marc, sus títulos o la forma en la que pilota? Creo que las dos cosas van de la mano. Su pilotaje es impresionante, no hay duda; lo hace emocionante para todos los que lo miran, incluido yo. Pero si no pilotase así, no habría conseguido los títulos. Al mismo tiempo, es lo que hace que te quedes pegado a la televisión. Este año hemos visto un gran campeonato, con muchos pilotos delante, mucha pelea -lo que nos ha dado carreras como la de Assen, en la que hubo muchísimos cambios en el liderato-. Yo mismo siempre intento ver las carreras, incluso los entrenamientos cronometrados, y por suerte puedo seguirlo donde esté, aunque sea desde el móvil. Ha habido mucha emoción y Márquez ha sido parte de ello. Es un atractivo al mirar MotoGP y ver qué va a pasar, porque sinceramente, no lo puedes saber hasta la última curva.

¿Cuál es para usted la mejor cualidad de Marc? Creo que su determinación. Su compromiso para no darse nunca por vencido, su voluntad por competir. Algunos dicen que es demasiado agresivo, pero todos lo son. Cuando vas siempre al límite, a veces no hay mucho margen de error y, desafortunadamente, va a haber contacto. Siempre ha habido toques, codos, algunos movimientos un poco agresivos. Pero, antes, la televisión no ofrecía todas esas imágenes, pero ahora es como en un partido de fútbol, se ve todo. Si no eres agresivo, no vas a ganar, y eso es la determinación por ganar. En estos momentos, parece que Marc tiene una determinación y un deseo por ganar mayor que el de los demás.

¿Se lo imagina en una 500cc? Estoy seguro de que no habría tenido problemas con una 500 c.c. Los grandes pilotos como él, y se vio con Valentino [Rossi] y otros, son capaces de adaptarse a la moto que sea. Ya se veía en mi época; había pilotos que cambiaban de marca, pero sus resultados eran los mismos. El piloto, la parte orgánica de la moto, es la que generalmente marca la mayor diferencia. Marc podría ganar con, prácticamente, la mayoría de motos.

¿Se ve reflejado en algunas cosas que hace Márquez? ¡Sería un loco si dijera eso! No, son diferentes épocas y lo único que podríamos decir sería la voluntad de ganar y competir, de no rendirse nunca. Creo que Marc y otros pilotos, como Valentino, sin importar dónde se clasifica en los entrenamientos, sale a carrera queriendo ganar. Es la única similitud que puedes decir entre alguien como Marc y yo. Nunca fui a una carrera pensando ‘espero que pueda terminar segundo’. Siempre era ganar, y si no era posible, la siguiente mejor posición, pero siempre pensando en ganar.

PUIG, EL FICHAJE PERFECTO

¿Se imagina compitiendo contra Marc? Sí, pero si él estuviera compitiendo en mi época, pensaría ‘¿quién es Mick Doohan? Sólo un piloto contra el que compito’. Vas a competir, a ganar, y la mentalidad es la misma. Aunque son diferentes épocas, yo estuve 20 años antes que él, igual que Agostini estuvo antes que yo y me preguntaban por él.

Usted conoce bien a Alberto Puig, pues compitió con él, ¿cómo ve su papel en el equipo Repsol Honda? Alberto Puig es piloto y eso es lo que necesita un equipo de fábrica. Necesitas a alguien inteligente y con un buen conocimiento de la competición, incluso si no es piloto. Recuerdo que cuando competía era un piloto rápido, fuerte y determinado, pero siempre fue muy calculador. Le hemos visto trabajando durante muchos años con jóvenes pilotos, también con Dani Pedrosa, y ha llevado esa experiencia al equipo lo que supone un gran paso adelante. Ahora tendrá que gestionar a Márquez y a Jorge Lorenzo, y lo hará bien porque sabe, como piloto que ha sido, qué estará pidiendo cada uno. Al menos no tendrán la barrera del idioma, como me pasaba a mí.

Marc tiene 25 años ¿qué se puede esperar de él? Esto depende de él mismo. Sólo tiene 25 años y, toco madera, si no se lesiona y se mantiene en forma; fuerte y con salud y mantiene el deseo de correr, aunque se retire a los 30, puede ganar dos, tres, cuatro o cinco campeonatos más. Las estadísticas son algo en lo que no piensas mientras compites, aunque es algo importante para los medios de comunicación. Si todo sigue como en la actualidad y, tal y como ha sido toda su carrera, si compite, lo hará para ganar, así que si compite otros cinco años, potencialmente puede ganar otros cinco títulos. Pero si sigue hasta los 35, quién sabe.

¿Qué le parece la situación actual de MotoGP con los mismos neumáticos, idéntica electrónica…? Creo que es fantástico. Creo que Dorna ha hecho un gran trabajo, especialmente Carmelo Ezpeleta y la visión que siempre ha tenido. Me encanta hablar con él, porque siempre va un paso por delante. Creo que ha gestionado el deporte muy bien; si miras los aficionados que vienen a los circuitos y las audiencias de televisión, está funcionando muy bien. Los buenos pilotos serían capaces de pilotar sin la electrónica, pero han conseguido que las caídas sean por perder adherencia en el tren delantero, por forzar el límite del neumático, en vez de salir por orejas al abrir el acelerador. Es más seguro y a la vez, con la misma centralita, es más fácil para todos gestionar la potencia.

¿Cómo ve la carrera de su hijo, cree que llegará a la F-1? Es como un piloto de 15 años en el Campeonato de España que quiere llegar a MotoGP. Creo que necesita tener un sueño. Está ganando carreras, es rápido, pero es muy joven.

¿Cree que tiene algo suyo? Supongo que soy el que le ha estado metiendo algunas ideas en la cabeza y tiene la misma mentalidad de no rendirse nunca. Mi hijo, como le ocurre a Marc o me sucedía a mi, no está contento cuando termina segundo, pero creo que eso es una cualidad propia que posee. Se enfada cuando no gana, y se esfuerza a la hora de entrenar y motivarse, pero al fin y al cabo, es sólo un chaval de quince años.

¿Cómo es ser padre de un piloto? Para mí es bonito, porque me gustan los deportes de motor. Al ser mi hijo, sientes un poco la adrenalina de la competición cuando está en la pista, pero por otra parte, intento no estar demasiado encima. Evidentemente, en la pista estás un poco preocupado por esto o aquello, igual que ves al padre de Marc y otros padres del ‘paddock’. En cualquier caso, parece bastante sensato y, toco madera, no es un piloto de muchos accidentes por el momento. Pero como sucede en las motos a partir del Campeonato de España, el nivel sube de forma exponencial y la competitividad es mucho mayor a medida que avanzas.