Los inicios fueron muy duros. Cierto, ninguno de los dos managers, Dani Amatriain (entonces con Jorge Lorenzo) y Alberto Puig (descubridor de Dani Pedrosa), duros, rigurosos, profesionales pero muy exigentes ambos protectores, retadores los dos, sí, ayudaron demasiado a limar asperezas. De modo y manera que, en Xerez-2007, incluso el Rey Juan Carlos trató de pacificar la situación y casi forzó un estrechamiento de manos invisibles.

Desde hace un par o tres de grandes premios, las cosas han cambiado. Lorenzo y Pedrosa intercambian saludos, conversaciones y felicitaciones. El tricampeón catalán fue el primero en felicitar, en plena vuelta de honor, al mallorquín. En la conferencia de prensa, Pedrosa le echó una mano a Lorenzo. El especialista de La Gazzetta dello Sport le preguntó si se había cansado ("tired", en inglés) y, por la respuesta que dio, Lorenzo entendió que le preguntaban por los neumáticos ("tyre", en inglés). Como la pronunciación de ambas palabras son casi idénticas, Pedrosa se dio cuenta de que Lorenzo estaba contestando sobre algo que no le habían preguntado y acercó su boca al oído derecho y le susurró: "Jorge, te ha preguntado por el cansancio, no por los neumáticos". Y ambos soltaron una carcajada.