El haptacampeón del mundo de MotoGP más joven de la historia, el catalán Marc Márquez, que ayer consiguió su novena victoria de la temporada (EEUU, Jerez, Francia, Holanda, Alemania, Aragón, Tailandia, Japón y Malasia) después de provocar la caída del mito Valentino Rossi (Yamaha), lleva camino de añadir un récord, una gesta, un logro más a su interminable colección de conquistas y páginas en el libro de oro del motociclismo mundial.

Después de renovar su corona (cinco títulos en seis años, solo se le ha escapado el cetro del 2015) en el Gran Premio de Japón, en Motegi, ayer, en Sepang (Malasia), le regaló a Honda, su fábrica, el 24º título mundial de constructores, importantísimo para la estrategia comercial de la firma alada, ya que ese es el único cetro con el que los japoneses pueden vender sus motos con la pegatina de campeones del mundo, el único, ya que el de piloto es del piloto, de Marc Márquez.

“Ahora vamos camino de la ‘triple corona’ algo que nos hace a todos muchísima ilusión y que sería, sin duda, una preciosa manera de cerrar la temporada, conquistando los tres títulos, pilotos, constructores y escuderías”, comentó Márquez, que recuerda que “a Dani (Pedrosa) y a mí, solo nos falta sumar seis puntos para que la pareja de Movistar Yamaha, Valentino Rossi y Maverick Viñales, no pueda alcanzarles y el título caiga del lado nuestro equipo Repsol Honda”.

Márquez, que reconoció haber corrido “más con el corazón que con la cabeza” en Sepang, pese al riesgo que eso suponía de cara a conquistar el título de constructores (“mis japoneses me hubiesen matado si hubiese sido yo, y no ‘Vale’, quien hubiera rodado por los suelos”), reconoce que Cheste (Valencia) es un buen trazado para conseguir sumar esos puntos que necesitan y lograr la ‘triple corona’, al considerar que “Dani puede ir muy rápido en Valencia aunque a Maverick tampoco se le da mal y, ya hemos visto, que, desde Tailandia, las Yamaha parecen haber encontrado algo que les hace correr mucho”.

TODO EL TRABAJO DE MÁRQUEZ

No hay duda que de terminar completando la ‘triple corona’, Márquez cerraría una de las temporadas más brillantes de su carrera deportiva, ya que, si, en el 2017, celebró el título igualando al australiano Mick Doohan (Honda), que, en 1998, lo hizo pese a sumar tres ceros (falló en Japón, el circuito madrileño del Jarama y República Checa), este año ha vuelto a sumar tres ceros (lio de Argentina, caída en Mugello “el mayor error de este año” y embestida de Zarco en Australia a 300 kms/h.) y, eso sí, trabajando en solitario por la ‘triple corona’ ya que, a día de hoy, Márquez supera en 173 puntos a Cal Crutchlow (la tercera Honda) y en la friolera de 215 puntos a su compañero de equipo, Dani Pedrosa.

Ni que decir tiene que el japonés Yoshishige Nomura, presidente del departamento de competición de Honda (HRC), se mostró tremendamente feliz con la conquista de un nuevo títulos de constructores, gracias, evidentemente, a la temporada de Márquez. “Estamos muy contentos por este nuevo campeonato del mundo de constructores. Hace dos semanas, ganamos el título de pilotos en Japón, con una asombrosa actuación de Marc. Ha sido tan consistente y rápido toda la temporada. Hoy volvió a ganar y nos llevó a nuestro séptimo título de fabricantes en las últimas ocho temporadas, y nuestro tercer garladón consecutivo. Tenemos ya 69 títulos de constructores en todas las clases”.

Márquez recordó que sus números de este año (cuando ha terminado, siempre ha estado en el podio: nueve victorias, cuatro segundos puestos y un tercero) son muy engañosos, ya que la conquista del título y la consolidación como mejor moto de MotoGP ha sido a base de sufrir muchísimo. “Todo el mundo sabe lo que nos ha costado encontrar una buena base para empezar con regularidad los entrenamientos del viernes en todos los circuitos, las caídas que he sufrido (21) para encontrar el límite de la moto, las ‘salvadas que he tenido que hacer, por ejemplo, aquí, en Malasia, cuatro el sábado y dos en carrera, en las curvas 15 y 9, y las últimas vueltas a tope para poder ganar. No, no, no ha sido fácil, por eso le pido a Honda que no baje los brazos porque, como se ha podido comprobar, Ducati, Suzuki y, de nuevo, Yamaha, están ahí, peleando siempre por la victoria”.

MEJORAR EL TREN DELANTERO

Evidentemente, Márquez ha apretado este fin de semana a sus jefes de Honda porque desea resolver un problema que le ha tenido muy, muy, preocupado durante toda esta triunfal temporada y es la inestabilidad que tiene en el tren delantero, básico a la hora de pilotar una MotoGP. “Nosotros somos los únicos que nos vemos obligados, en casi todos los grandes premios, a montar siempre el neumático más duro delante y, en ese sentido, salimos siempre muy penalizados. Si fuésemos capaces de encontrar, en el futuro, una solución a esa pega, daríamos un salto muy grande, el de poder escoger entre la gama de ruedas, como hacen el resto de candidatos a la victoria en cada gran premio”.