Las carreras y este Gran Premio de Francia, disputado ayer en Le Mans, ante 88.400 espectadores, pueden contarse de muchas maneras. Por ejemplo, destacando que el hombre más veloz del paddock , Casey Stoner, el bip bip de Honda, ganó con una mano y casi casi se queda sin gasolina por retorcer tanto su RC212V, convirtiéndose así en el primer magnífico que repite victoria esta temporada. Triunfo inmaculado, de la primera a la última vuelta.

Sería, ya ven, una forma contundente de explicarlo. complementándolo con la consolidación, muy trabajada, muy sacrificada, muy valiosa (dada la inferioridad de la Yamaha con respecto a la Honda) de Jorge Lorenzo, cuarto ayer, al frente de MotoGP, quince días antes de pisar Montmeló. "Una auténtica heroicidad, vista como están las fuerzas", señaló el piloto mallorquín.

LA MALA SUERTE DE PEDROSA Hay quien empezaría este relato contándoles lo más grave de todo: la lesión número 18 de Dani Pedrosa, su fractura nº 11 en 166 grandes premios. Solventado su grave problema en la clavícula izquierda (aún le duele, y mucho, pues se le agarrotan los músculos), ayer se rompió la clavícula derecha. Dicen que la fractura es limpia, pero ese es un consuelo pueril, casi de bobos. Ya lo dijo Jorge Lorenzo: "Dani tiene muy mala suerte, casi siempre que se cae, se lesiona. Pero es fuerte y seguirá peleando. No dudéis de que estará en la lucha por el título".

Alguien hasta podría hablar de este GP como el del baby boom . Maverick Viñales, de 16 años, ganó su primera carrera mundialista. Enorme. Como Marc Márquez, que tras tres fiascos, dos de ellos culpa suya, se coronó entre los reyes de Moto2, que los hay a puñados, y puede que empiece, como ya hiciera, el pasado año tras vencer en Italia, un rosario de victorias, entonces conquistadas en Inglaterra, Holanda, Montmeló y Alemania.

LA AUTENTICA NOTICIA Los habrá, incluso (italianos, sobre todo, para despistar, probablemente), que hablarán del primer podio de Valentino Rossi con Ducati pero, olvídense, ni siquiera el Doctor le dio importancia a esa supuesta gesta. "¿Qué si me sabe a victoria?, por favor, he ganado 105 grandes premios. ¡Una victoria es una victoria! Lo que sí me ha producido un gran placer ha sido superar a Lorenzo, eso sí". Es bueno, especialmente para la mercadotecnia del Mundial, que Rossi vuelva al cajón, pero no hay para tanto.

Lo cierto es que el fin de semana en el que el mundo de las dos ruedas señaló, criticó, marcó y juzgó a Marco Simoncelli, la joya de la corona azurri , el heredero del imperio Rossi, fue el escogido por SuperSic para materializar, en la pista, la revolución francesa, derribando a Pedrosa, cuando ya le había ganado la posición en el interior de una curva de izquierdas; impidiendo un cuádruple de Honda, su marca (Stoner, Pedrosa, él mismo y Dovizioso); frustrando el acceso del catalán al liderato de MotoGP; propiciando el renacimiento de Rossi y dando alas a un Lorenzo bastante tocado.

Stoner, multado con 5.000 euros por propinar un puñetazo a De Puniet en los ensayos matinales de ayer tras verle deambular sin sentido por la pista, se había ya escapado. Pedrosa iba tras él, pero llegó Simoncelli y le superó (vuelta 18, faltaban 10) y el de Castellar le devolvió el adelantamiento, metiendo su moto en una curva de izquierda, SuperSic le cerró la puerta y lo derribó. El catalán se lesionó y al italiano lo sancionaron con un paso por el box . Iba segundo y acabó quinto.

Y todo el mundo pensó, entonces, en Lorenzo y en sus críticas a Simoncelli. Todos. Mientras SuperSic decía no haber cometido "pecado alguno" y aseguraba que el castigo era fruto "del ruido organizado por Lorenzo", hasta Rossi, amigo de Simoncelli, reconocía que lo que había hecho su compatriota "no tiene sentido, pues ha cerrado a Dani y no le ha dejado espacio". "El se va con un drive through (paso sancionador por el box ) y yo con una clavícula rota ¡bien por él, bien!", dijo Pedrosa enojado.

Nadie salió en defensa de Simoncelli. "Ese chico no entiende nada, ¡nada!", gritó Alberto Puig, manager de Pedrosa. "Nos ha arruinado el año. Es un auténtico ignorante", se lamentó.