-En su puesto de trabajo, al frente del Centro de Planificación Familiar de Mérida, puede ver cómo los jóvenes viven la sexualidad. ¿Cuál es su conclusión?

-Que se establecen relaciones de pareja donde lo que prima es la posesión, donde hay celos, control a través del móvil, de las redes sociales, no son relaciones sanas... Yo llevo muchos años dando cursos y talleres de educación sexual y lamento decir que ahora estamos peor que antes.

-¿Por qué?

-Por los referentes que tienen los adolescentes y los jóvenes, por la manera en que se acercan a la sexualidad y empiezan a experimentarla.

-Por ejemplo...

-La pornografía que consumen a través de internet. El acceso es muy fácil y rápido, ilimitado, y ven acciones, escenas, que luego quieren repetir. Por ejemplo, una chica que está a la vez con varios chicos, el sometimiento... Ellos normalizan ese comportamiento y tratan de imitarlo. Y eso tiene unas consecuencias. Y luego están los ‘instagramers’ y la manera que tienen de vender la erótica y la sexualidad. Es muy dañino si no hay una educación sexual que les sirva de guía y les dé una bases.

-¿Y no existe esa educación sexual?

-En ningún plan educativo, nunca jamás, se ha incluido de manera transversal. Los jóvenes están perdidos porque sigue siendo algo de lo que no se habla. Y si el referente que tienen es esa pornografía que pueden consumir sin límites, pues entonces se crea un grave problema.

-Usted también trata de cerca el tema del aborto. La cuestionada ley de plazos de 2010 (que permite la interrupción del embarazo de manera libre en las 14 primeras semanas) ha permitido que baje el número de intervenciones. ¿A qué se ha debido?

-Es difícil achacar ese descenso a un único factor. Se ha incrementado, por ejemplo, el conocimiento y uso de la anticoncepción de urgencia (la píldora del día después), que ha ido en aumento en los últimos años tras la venta libre en farmacias, además de facilitarse de forma gratuita en los Centros de Planificación Familiar de Extremadura. En el 75% de los casos no se ha usado con anterioridad y más del 70% no lo considera un método anticonceptivo habitual. Hay un mejor conocimiento de este recurso por parte de la población, lo que supone una buena manera de evitar embarazos no deseados y, por tanto, abortos.

-La ley también supone invertir en educación sexual. ¿Es la asignatura pendiente?

-La educación sexual ha pasado de ser una asignatura pendiente a una asignatura prohibida. Y una cosa tiene que quedar muy clara: la educación sexual no es cuestión de ideología, es un derecho que han de tener todas las personas. Porque es una manera muy importantes de avanzar en el camino de la igualdad.

-¿Se ha sentido alguna vez discriminada por ser mujer?

-Todas hemos deseado, en algún momento, medir medio metro más y tener bigote para que nos respetasen. Además creo que las mujeres siempre tenemos que estar demostrando, y trabajar el doble para conseguir la mitad.