-La primera mujer en Extremadura al frente de la Consejería de Agricultura. Toda una excepción.

-También hay una consejera en Galicia, otra en Asturias, en Andalucía. Pero no era lo normal. Solo hay que ver las fotos de las negociaciones de las políticas agrarias comunitarias. Solo ellos.

-¿Cómo de difícil ha sido?

-Con estos hombres que llevan 40 años dedicándose al tema agrario pues... nada fácil. Pero todo se consigue. Además tengo un equipo muy bueno y nunca me he sentido sola.

-¿Ha habido evolución a lo largo de la legislatura?

-Sí y ha sido importante. La gente me ha conocido más y han desaparecido esos miedos que a veces tienen infundados ciertos hombres. La gente del campo está acostumbrada a una manera de hacer las cosas y he llegado yo con otra forma diferente. No había costumbre de políticas con perspectiva de género, menos en el mundo rural. Pero la gente del campo es muy honesta. Es gente sana y leal. Y cuando ven que trabajas, que hay diálogo y transparencia, vamos hacia adelante.

-¿Qué políticas de igualdad se han aplicado?

-Los órganos de poder debían tener una representación equilibrada. Las elecciones al campo fueron el 12 de marzo de 2017, y a partir de esa fecha, el consejo asesor agrario de Extremadura, que lo forman UPA y Asaja, está compuesto por cinco mujeres y cinco hombres. Pero, por otra parte, queda todavía mucho por hacer en las cooperativas agroalimentarias, porque en los consejos rectores la presencia de las mujeres es muy escasa. Muchas son responsables de calidad en las centrales hortocultícolas, pero hay un techo de cristal importantísimo y no llegan a esos consejos rectores.

-¿Y por qué existe ese techo de cristal?

-Igual que existe en las empresas del Ibex, igual que en la universidad, igual que en el mundo de la judicatura... hay muchas más juezas que jueces, pero sin embargo en el Consejo General del Poder Judicial o en el Tribunal Supremo hay muchos más jueces. En las empresas hay muchas mujeres responsables, pero los directivos siguen siendo hombres.

-¿Pero cuáles son las causas?

-Tiene mucho que ver el patriarcado. A lo largo de la historia el mundo ha sido trabajado y hecho por la visión de los hombres. Y trabajamos para que la sociedad cambie. Por ejemplo, ahora hablamos de la perspectiva de género en el urbanismo, algo que nunca se había abordado. Las ciudades las han diseñado los hombres atendiendo a sus circunstancias, a sus necesidades. Ahora queremos diseñar la ciudad desde las necesidades de las mujeres, y esto no está en contraposición a los hombres ni mucho menos. Pero es verdad que las mujeres somos las que tenemos miedo por las agresiones sexuales y notamos la poca visibilidad en la calle, somos las que usamos más el transporte público y las que llevamos a las criaturas y a las personas dependientes. Tener en cuenta esos aspectos es aplicar la perspectiva de género, algo que hasta ahora no se hacía.