- Siempre cuenta que en su casa nunca se hablaba de política ni a la hora de comer, que no era un tema de conversación, pero en cuanto cumplió los 18 años se afilió a Nuevas Generaciones. ¿De dónde le vino el impulso?

- En mi pueblo no había gobernado otro partido que no fuera el PSOE, me negaba a seguir viendo cómo estaba la juventud allí, en Jerez de los Caballeros. Quería que hubiera más oportunidades. Fue el principal motivo por el que decidí afiliarme a Nuevas Generaciones cuando cumplí los 18 años. Como no había representación, me ofrecieron ser presidenta en mi pueblo y acepté. Y, a partir de ahí, empecé. Creo que la política es la mejor forma de cambiar las cosas.

- Ahora ejerce de portavoz del PP de Extremadura, un cargo destacado dentro del partido, siendo mujer y joven. ¿Qué supone?

- Jamás me he sentido atacada por ser mujer, nunca he tenido un conflicto con mis compañeros. Sí he vivido alguna situación fuera, ya no solo por el hecho de ser mujer, porque yo creo que en el imaginario social ya es normal que las mujeres estén en política, sino que el gran obstáculo para mí ha sido la juventud. No te lo dicen directamente, pero tú notas la actitud y creo que a todos nos sucede, y no solo en la política. A una mujer muy joven que ejerza la medicina también se la va a mirar con recelo.

- ¿Esa juventud como obstáculo sería menos si se tratara de un hombre?

- No lo puedo decir, porque como no lo he vivido, pues no lo sé. No me atrevo a decirlo. Probablemente se ve acentuado por el hecho de ser mujer y joven, pero de verdad que no lo sé, porque, insisto, no lo he vivido.

- De todas la barreras que siguen existiendo hoy día para el sector femenino, ¿cuál es el más importante que destacaría?

- Hablamos mucho de brecha salarial, y existe, y debemos combatirla, pero yo creo que el problema está en la brecha laboral. Extremadura en la comunidad autónoma de España con mayor tasa de paro femenino. ¿Qué igualdad existe cuando una mujer quiere trabajar y no puede? Es el principal reto que debemos afrontar. Y yo soy defensora de que la igualdad legal la hemos conseguido, aunque podamos ir perfilando cosas, la tenemos. Pero ahora hay que lograr la igualdad real, y para ello debe haber una apuesta importante por las medidas de conciliación y de corresponsabilidad; que las mujeres no tengamos que renunciar a más cosas que los hombres.

- En ese asunto, la maternidad juega un factor clave...

- Yo soy una fiel defensora de la maternidad, pero la maternidad tiene que dejar de ser un coste profesional para las mujeres. Considero que debemos hacer políticas para ayudar a fomentar la natalidad, ayudar a las que quieren ser madres, pero no puede ser, insisto, que signifique un coste profesional para nosotras. Porque los hombres también tienen que acceder a recursos como los límites de jornada laboral, por ejemplo. Nos queda mucho por recorrer en ese camino. H