La egolatría futbolística de Neymar, a la cual Brasil se encomienda para buscar el ‘Hexa’, esta vez, no ha gustado. El decepcionante 1-1 en el debut contra Suiza ha reflotado la discusión sobre el entendimiento individualista del juego de la estrella ‘canarinha’.

Como si hubiera desaprendido el solfeo coral azulgrana en los cuatro años en el Camp Nou, Ney, desde que aterrizó en París, se emperra en practicar el monopolio en la transición. Y, cuando no está fino, su guerra contra el mundo frena a una ‘seleçao’ que apuesta por el dinamismo que inyectan futbolistas como Coutinho, Willian y Gabriel Jesus.

Neymar sufrió 10 de las 19 faltas que cometió Suiza, quedándose a una de la marca del cazado Alan Shearer, en Francia 98, ante Túnez. La media blanca rasgada del ‘10’ con tres agujeros en los gemelos, y su evidente cojera cuando pasó por la zona mixta del Rostov Arena, son heridas de una guerra que solo existió en la cabeza del ex del Barça y de la cual se eximieron sus colegas.

“Neymar tiene compañeros de lujo como Marcelo o Coutinho con quien puede coser jugadas, pero retornó a su viejo recurso del ‘dribling’ para forzar la tarjeta amarilla al adversario, es su manía, su forma de llamar el juego para sí”, publicó, en tono crítico, el jefe de la sección de deportes de ‘O Globo’, Mávio dos Anjos, exponiendo una postura que ha impregnado todos los análisis post-debut.

En las mismas páginas, de forma más explosiva, el excampeón en México 70, Paulo César Caju, mostraba su indignación como si fuera un ‘torcedor’ más: «Neymar actúa como un chupón de pachangas y ¡cómo se queja! ¡quiero verlo jugar contra los vikingos de Islandia!»,

Aunque ‘Ney’ no esté al 100 por 100 de su nivel, como dijo Tite en la víspera del choque, el ahora futbolista del PSG no ha encontrado complicidades entre la opinión pública futbolística, ni tampoco en el vestuario.

En medio del enojo por el empujón de Zuber a Miranda y la inacción del VAR en la jugada del gol suizo, Tite lanzó un mensaje al aire que suena a tirón de orejas. “Nosotros queremos jugar, si sufrimos una falta, lo primero que tenemos que hacer es salir rápido para proponer juego”. A las interrupciones de juegos constantes, de un Neymar jugando de espaldas en el centro, hay que añadir su falta de clarividencia en el uno contra uno, donde perdió la mitad de los duelos (14 de 28 intentados) y un solitario remate con peligro. Cuando quiso jugar, se sacó la asistencia en el golazo de Coutinho.

Mientras tanto, el polémico exjugador francés Éric Cantona subió durante la mañana de ayer una foto en su cuenta personal de Instagram, en la que aparece con una fuente de espaguetis esparcida sobre la cabeza mientras sujeta una foto del astro brasileño Neymar, con su nuevo peinado teñido de amarillo.