Es, o ha sido, un placer entrenarlos», dijo enigmático Fernando Hierro tras la eliminación de España, dejando en el aire su continuidad como seleccionador. «No es una decisión mía», añadió, llevando al tejado de Luis Rubiales la decisión. El presidente de la Federación Española de Fútbol aplazó el debate para «las próximas semanas».

No era, efectivamente, el mejor momento para abordar ese asunto. España aún sangraba por una herida que Rusia solo reabrió, porque los síntomas llevaban presentes muchos días. «Nos vamos con la conciencia tranquila», aseguró el seleccionador. «Estoy tranquilo porque la responsabilidad es entregarse al 100%. El compromiso ha sido total», ensalzó sobre sus hombres.

A lo más que llegó Hierro con la autocrítica fue a ponerse al frente de la tropa. «Si alguien busca responsabilidades, me pongo a la cabeza, que para eso he sido el entrenador desde tres días antes de jugar con Portugal», puntualizó el técnico malagueño, que reconoció que no se habían cumplido los objetivos («Este no era el plan, veníamos a hacer algo importante, a pelear por un Mundial»), sin que ello suponga reconocer que no se dio la talla: «No les puedo hacer ningún reproche, han salido 15 jugadores que se han dejado la vida, pero esto es fútbol. Hemos tenido más posesión, hemos estado más veces en su área, hemos disparado 18 veces. Hemos tenido ocasiones para ganar. Luego, en la lotería de los penaltis, no ha caído de nuestro lado».

LA SOMBRA DE LOPETEGUI / Hierro pidió «no ser ventajistas» buscando en la destitución de Lopetegui la causa del mal papel de España. «La situación fue la que fue, ahora no sirve de nada mirar atrás. Yo acepté el cargo por responsabilidad. Todos nos abstrajimos de aquello y nos pusimos a trabajar», señaló el seleccionador, en la misma línea que Rubiales: «Cuando tienes la seguridad de haber hecho las cosas con responsabilidad y convicción, hay que seguir adelante», declaró el presidente de la federación. «No me he arrepentido en ningún momento, ni de esa decisión ni de ninguna, porque se tomó con responsabilidad, convicción y valores, no era una decisión deportiva». «Estos son los valores de la nueva Federación, y a quien no le guste, tendrá que acostumbrarse», sentenció.

«Estamos orgullosos de Hierro. Estábamos a muerte con él. Le agradezco como capitán que tuviera la valentía de aceptar el cargo», aseveró Ramos, el más claro en el apoyo al seleccionador: «No soy muy partidario de hacer cambios. No nos importaría que siguiese». Koke fue más tibio al opinar sobre la salida de Lopetegui: «Al final se te va tu líder, que es tu entrenador... Hierro lo ha hecho lo mejor que ha podido», explicó el capitán del Atlético, que falló su penalti en la tanda: «Es un día muy triste para todos los españoles y para mí. España no merecía esto. Jugamos contra 11 tíos metidos atrás, no se puede reprochar nada. Prefiero no perder nuestra esencia y estilo».

Ramos, que como Hierro destacó que España se va del Mundial invicta (tres empates y una victoria sobre Irán), dejó claro que no piensa dejar la Roja como Iniesta: «Me gustaría seguir bastantes años porque me voy con una pena terrible».