Llega a Suráfrica con toda la ambición del mundo y la tranquilidad de saberse jugador del Barcelona para las cuatro temporadas próximas. Se perdió la final de la Eurocopa 2008 por una lesión inoportuna, pero no deja de decir que fue uno de los días más felices de su vida, si no el que más. Espera vivir en el campo la del próximo 11 de julio.

--¿Puede ser la hora de España en un Mundial?

--Siempre que llegamos a estas fases finales pensamos eso, que puede llegar la hora de hacer algo grande. Vista la trayectoria de los últimos años, sobre todo por lo que conseguimos en la Eurocopa y cómo hemos evolucionado después, quizás sea el mejor momento en que llega España a un Mundial a lo largo de la historia.

--Hay jugadores, talento en dosis superlativas, equipo y también mucha responsabilidad tras levantar la Eurocopa.

--Por todas esas cosas. Todo eso reune la selección y por lo tanto es el gran momento. Todos los que estamos aquí pensamos lo mismo al respecto.

--El equipo mantiene las constantes de hace dos años, con el añadido de alternativas gracias a las incorporaciones que ha hecho Del Bosque.

--Estoy convencido de que la selección ha ido a mejor con las variantes que ha incorporado el seleccionador y todo está puesto en su sitio para poder aspirar también a hacer grandes cosas en el Mundial.

--Supongo que era muy importante para usted llegar a Suráfrica con su futuro resuelto después de lo ocurrido el año pasado por estas fechas.

--Sí, no sólo importante sino vital. Quería estar tranquilo, pensar sólo en la selección y no tener que estar pendiente de otras cosas. Todo ha salido bien.

--¿Ejerce ya como barcelonista en la selección con tanto compañero del Barça?

--Ahora todos estamos a lo mismo, no miramos en que club estamos unos y otros, aunque está claro que Xavi, Puyol, Andrés y los demás ya son mis compañeros aquí y luego del Barça. Quieras que no, también lo piensas. Mis relaciones con ellos, de todos modos, ya eran fenomenales, sin excepción.

--Todo va a ser más fácil después de haber compartido tantos partidos con tantos jugadores de la selección que ahora van a ser sus compañeros en el Barça...

--Está claro. He compartido durante años con ellos muchas cosas, no sólo en lo futbolístico sino también en lo personal. Es importante llegar a un vestuario sabiendo con qué sistema juegas, sabiendo que ya he compartido ese sistema aquí en la selección con muchos de esos jugadores y también en el día a día sabiendo que tengo muy relación con muchos de ellos y que voy a tener muchas facilidades para acoplarme.

--Ese buen ambiente es otra de las claves del rendimiento de esta selección.

--No creo que sea algo vital, pero sí es importante también. Al fin y al cabo donde tienes que sintonizar es dentro del campo, que es donde las cosas dan fruto, pero que fuera haya una buena relación, un buen ambiente, que todo el mundo se lleve bien, que haya armonía y bromas, que seamos felices aquí, hace que se lleven mucho mejor los entrenamientos y las concentraciones, y eso seguro que se traslada después al campo.

--¿Cómo se lo han tomado los del Madrid que comparten selección con usted?

--Aquí somos todos compañeros, peleamos todos por un mismo objetivos. Luego cuando estemos como rivales en la Liga y otras competiciones sí que habrá alguna que otra bromilla. Alguno sí que me ha felicitado.

--¿Qué meta hay que plantearse para este Mundial?

--Hay que ir paso a paso. Está claro cuál debe ser nuestro objetivo, que es estar hasta el final, pero no podemos pensar ahora mismo más allá del partido contra Suiza. Primero ganar el primer partido y luego pensar en hacer lo mismo en el segundo. Es lo mejor para poder llegar todo lo lejos que queremos.

--¿Mejor candidatos que favoritos, como apunta alguno de sus compañeros?

--Por trayectoria en los últimos años sí que podemos estar entre las selecciones favoritas, pero sinceramente me da igual ser o no favoritos porque no te da ninguna ventaja. Al margen de España, todos tenemos nuestros gustos, nuestras predilecciones, nuestros favoritos, pero al fin y al cabo es lo mismo. Partimos todos con las mismas posibilidades y será la competición la que vaya poniendo a cada uno en su sitio.

--¿Hay mucha diferencia entre Aragonés y Del Bosque como directores de un grupo humano como este?

--Todos los entrenadores son diferentes. En este caso, lo más importante del cambio es que no se ha notado. La selección sigue jugando bien, sigue ganando y eso, al fin y al cabo, es lo más importante.

--¿Sigue su hija cogiendo un berrinche cada vez que ve a un jugador con el número siete a la espalda que no es su padre?

--Ya lo empieza a entender un poco. Es verdad que antes, cuando veíamos algún partido y veía a otro jugador con el siete me preguntaba que por qué me lo había quitado, que ese número era mío. Ya va entendiendo que en cada equipo hay un siete. En el caso de Barça, estoy contento de poder tenerlo también, sobre todo por ella.

--Ya nadie le considera un usurpador, que fue de lo que le tacharon algunos al escoger ese número en la selección cuando Aragonés dejó de llamar a Raúl.

--Es algo pasado. Si no lo cogía yo, lo hubiese cogido cualquier otro jugador. Es lo que pasará cuando algún día deje de venir yo. No le dí más importancia de la que tenía. El número siete no es mío ni de nadie. Me gusta, no tiene mayor importancia futbolística, pero por cuestiones de cariño, de sentimientos, cada uno tenemos nuestras preferencias y desde hace años yo no he ocultado las mías.

--¿Qué le ha parecido la llegada de Mourinho al Madrid?

--Hay que reconocer que ha conseguido grandes cosas en varios equipos importantes. No cabe duda de que es un buen entrenador. Comprendo que el Real Madrid se haya decidido por él porque necesita ganar títulos, pero espero que no sea suficiente para acabar con la hegemonía del Barça, que espero que dure varios años más por la cuenta que me tiene.