A las dos selecciones de esta noche les sobran jugadores para decidir la semifinal, pero hay un duelo que sobresale por encima de todos. Es el pulso del gol, el choque entre dos delanteros tan distintos como letales: David Villa y Miroslav Klose. España y Alemania dependen de la inspiración de dos puntas en este campeonato en estado de gracia.

El delantero azulgrana es el pichichi del torneo. Ha marcado cinco de los seis goles de España y es el máximo goleador de la selección, con 43 tantos en 63 partidos. Está a solo un gol de Raúl, el antiguo siete de España al que nadie echa de menos. Más espigado pero también más eficaz es Klose.

Dispara menos (11 remates por 23 del Guaje) pero tiene más acierto. Suma cuatro goles y lleva 14 en los tres Mundiales que ha jugado. Está a un tanto del registro histórico del brasileño Ronaldo. Hoy puede ser un día clave en los anales del Mundial de fútbol.

Estilos antagónicos

Es difícil encontrar dos delanteros tan diferentes. Villa mide 1,75, es astuto, puede irrumpir desde cualquier sitio y anda obsesionado con el gol. Klose, ocho centímetros más alto, ha hecho del área su ecosistema favorito. Se mueve como nadie en ese recinto y es capaz de desafiar a cualquier central con su físico y experiencia. Es letal de cabeza, pero se apaña con los pies. No le queda más remedio. La nueva Alemania ya no juega con casco.

El once alemán, que se perdió un partido por la roja que vio ante Serbia, ha encontrado en la selección una vía de escape. Con Van Gaal ha vivido un año para olvidar en el Bayern. El equipo ha funcionado, pero Miro ha sufrido. En un mes con Löw ha marcado más goles que en toda la temporada con el conjunto bávaro (solo logró tres). Muchos críticos dudaban de su estado de forma, pero en Alemania ha recuperado ese instinto letal. "Creo que Villa es casi tan bueno como Messi. He seguido toda su trayectoria y es un delantero que casi nunca falla. Su fichaje por el Barcelona lo dice todo. Tenemos que frenarle como un equipo, con un solo jugador no basta", afirma Klose, el máximo goleador alemán de la historia de los Mundiales, junto a Gerd Torpedo Müller. Pelé (12) y Just Fontaine (13) ya están por detrás de él.

El pichichi germano no brilló en la final de la Eurocopa, de la que guarda, dos años después, un mal recuerdo. "Ahora somos mejores, será una historia totalmente distinta".

En aquel partido, en cambio, no estuvo Villa. El delantero asturiano se perdió la gran final por una lesión muscular, aunque fue el máximo artillero del campeonato (cuatro). Ahora puede repetir éxito. "Me encantaría ser Bota de Oro del Mundial, pero el primer sueño es ganar a Alemania y eso pasa por frenar a Klose", explica El Guaje, que ha conseguido la friolera del 83 por ciento de de los tantos de España en Suráfrica.

Triple sueño

Villa, un tipo ambicioso como pocos, tiene en el punto de mira un triple sueño: ganar el título, ser el Bota de Oro y superar a Raúl González. El nuevo punta del Barcelona además, ha marcado en cuatro partidos consecutivos del Mundial, lo que no hacía nadie desde Rivaldo en el año 2002. Si repitiera diana en la semifinal y en la final, igualaría la marca de Fontaine (año 1958) y Jairzinho (1970).

Klose, nacido en la ciudad polaca de Opole, ya ha sido 100 veces internacional, una cifra solamente superada en toda la historia por Klinsmann, Köhler, Hässler y Matthäus, todos ellos campeones del mundo.

"Espero que él no gane el título. Seguro que Alemania no está contenta de jugar contra España. Yo estoy cumpliendo con mi trabajo, pero no quiero parar", proclama El Guaje, que desea adjudicarse el atractivo duelo de los récords. Ello sería, sin duda, una buena señal para España: el campeonato del mundo está en su afinado punto de mira, y en ello confiarán los españoles también esta noche, cuando empiece el apasionante duelo ante los alemanes. Ante Klose. Ante la historia.