Acostumbrado a hacer la vida más fácil a los demás, Xavi Hernández no consigue por el momento en este Mundial estabilizar y dulcificar la suya propia para encontrar los espacios y el ritmo necesarios con los que dar fluidez al juego, su misión primordial desde hace años tanto en la selección española como en el Barcelona.

Vicente del Bosque es consciente de que el cerebro azulgrana no acaba de encontrarse cómodo por mucho que él insista en lo contrario, en que está con el mejor ánimo y a gusto en la posición que ocupa para seguir siendo el gran referente. España está en octavos a la espera de Portugal, pero su estilo ha sido puesto en entredicho y eso tiene mucho que ver con los problemas de Xavi para desenvolverse como acostumbra y poder conectar con quienes han venido siendo sus mejores socios.

MARCAJES AL HOMBRE Ahora, una vez que se ha quitado la losa del primer día ante Suiza, España le espera con más ilusión que nunca para dar el estirón definitivo en la fase en la que ya no cabe descuido alguno.

Ante Chile, volvió a encontrarse con severos marcajes al hombre que le hicieron mostrarse más impreciso de lo habitual partiendo de las dificultades con las que se encontró para recibir la pelota en buenas condiciones para armar la jugada.

"Le estamos mimando", comentó ayer el seleccionador en una conversación informal en el hotel donde se aloja su familia, con la que ya estaba para desayunar y pasar la jornada de descanso hasta la seis de la tarde, como todo el equipo. Horas en las que por fin pudieron relajarse unos y otros sin la sensación de tener la vida pendiente de un hilo.

Pasa a la página siguiente