¿Qué programa deportivo puede conseguir una entrevista cara a cara con José Mourihno el mismo día de su presentación? Solo El Larguero , de la cadena SER, líder desde 1995 en la franja de medianoche con 1,5 millones de oyentes. ¿Qué pueden hacer mientras los demás? Armar jaleo, polemizar, discutir, analizar, indagar, buscarle tres pies al gato, ponerle humor, echarle salsa rosa o pasarse de la raya para morder su trocito del pastel. Un pastel cada vez más apetitoso y descomunal, este del fútbol mediático.

La tensión de la Liga, el pulso Barça-Madrid, llevado al extremo en la última temporada y aún más al límite la próxima, es una máquina de atraer publicidad que convierte a los periodistas deportivos en estrellas con ínfulas de poder real, capaces de poner en jaque a las empresas para las que trabajan. Antes era el todopoderoso José María García, retirado hace ocho años, quien monopolizaba ese poder. Ahora el panorama es más abierto y diverso, porque el único bien que no se deja de consumir en plena crisis es el fútbol.

Cinco minutos después de acabar su entrevista con Mou , José Ramón de la Morena, el sucesor de García como líder de la radio deportiva española, se muestra condescendiente: "El periodismo deportivo vive su mejor momento. Cuando yo empecé fue como poner una mercería frente al El Corte Inglés. Hasta entonces García arrasaba, no dejaba a nadie vivir, vetaba a quien osara visitar otras cadenas. Hoy todo es más habitable, menos caníbal. No hay afán de arrasar al contrario, hay sitio para todos".

De la Morena habla desde su despacho acristalado en la sede de la SER en Madrid, donde no paran de entrar y salir altos directivos de la cadena. Las aguas bajan revueltas en Gran Vía, 32 desde que Paco González, director de Carrusel Deportivo , rompió abruptamente su relación de 20 años con la casa. A la espera de que los tribunales decidan quién tiene que pagar a quién y cuánto, González ha desembarcado en el Mundial como comentarista de Tele 5, junto a J. J. Santos, director deportivo de la cadena, y todo parece indicar que en septiembre él y su equipo trasladarán su modo de narrar el fútbol, parte de su audiencia y parte de la publicidad que generan, a Punto Radio o la COPE. Que Sara Carbonero, reportera deportiva de Tele 5, sea la novia de Iker Casillas, añade audiencia rosa a las conexiones desde Suráfrica. Nuria Bermúdez, exmujer de Dani Güiza y examante confesa de media plantilla del Real Madrid, hace tiempo que dejó claro hasta qué punto pueden llegar las cosas.

Del machismo al cotilleo

"Cada uno es dueño de elegir su futuro", zanja De la Morena, quitando hierro a la espantada de González. De la misma forma, mitiga la metedura de pata de Manolo Lama, reciente protagonista de una escena humillante con un mendigo en Hamburgo en una conexión con Cuatro, que podría ser el detonante de su marcha tras el Mundial. "Seguro que su intención era buena --tercia el director y presentador de El Larguero --. El no es responsable de la torpeza de los aficionados del Atlético que lanzaron móviles y tarjetas de crédito a aquel pobre hombre". También en la ruptura de la SER y Paco González sobrevuela una cuestión de sensibilidad. Además de sus desencuentros económicos e ideológicos, la emisora y el presentador de Carrusel mantuvieron agrias discusiones a raíz de una retransmisión de la Super Bowl de fútbol americano, donde, según la cadena, se deslizaron comentarios de muy mal gusto.

El mal gusto, el machismo, las humillaciones, el cacareo, el nihilismo, los gritos, el cotilleo- ¿Es un estilo inspirado en Aquí hay tomate o Sálvame el futuro de los programas deportivos? Antoni Esteve, narrador de los partidos de La Sexta y atemperado tertuliano de Punto pelota (Intereconomía), no descarta que ocurra. "Antes ponías una película y hacía el 25% de share . Ahora es el fútbol el que alcanza esa cuota, mientras que una peli se queda en la mitad. Cabe imaginar que alguna cadena privada caiga en la tentación de montar un circo chabacano alrededor del fútbol, con las mismas armas y en busca del mismo público de los programas rosas. Pero sería una pena, porque el fútbol es una fábrica de sueños que no necesita ese tipo de aditivos".

Con todos sus defectos, la radio de José María García estaba hecha para los futboleros puros, o mejor, para futboleros con puro. Cómodo en su inexpugnable oráculo, no necesitaba más. La aparición de De la Morena, en 1989, marcó un nuevo rumbo. "Al principio nos chocó su estilo --dice Carlos Bustillo, histórico productor de El larguero --. El nos decía que quería hacer un deporte que lo entendiese su abuela, sin tanta táctica, asequible y humano". Mientras Bustillo explica la teoría fuera de