ESPAÑA - 2: Iker Casillas; Sergio Ramos (Arbeloa, m.76), Puyol, Piqué, Capdevila; Busquets, Xabi Alonso, Xavi (Cesc, m.66), Silva, Villa; y Fernando Torres (Mata, m.70).

HONDURAS - 0: Valladares, Sergio Mendoza, Chávez, Figueroa, Izaguirre; Turcios (Núñez, m.63), Guevara, Palacios, Martínez, Espinoza (Welcome, m.46); y Suazo (Palacios, m.83).

GOLES: 1-0, m.17: Villa. 2-0, m.51 Villa.

ARBITRO: Yuichi Nishimura (JAP). Amonestó a Turcios e Izaguirre por Honduras.

INCIDENCIAS: Encuentro de la segunda jornada del Grupo H. Estuvo presente en el palco el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma.

Dos goles de Villa liberaron a la selección española, que recuperó el brillo y la pegada que le faltaron ante Suiza. La Roja se reencontró a sí misma, recobró su carácter, reafirmó su estilo y, con la actuación sobresaliente del nuevo delantero del Barcelona, que además falló un penalti, presentó sus credenciales ganadoras, aunque fuera con cinco días de retraso.

Lo de discutir el balón a España debió de ser una broma. Lo había anticipado el seleccionador hondureño, Reynaldo Rueda, pero su equipo salió tan atrincherado o más que Suiza. No tuvieron los hondureños, y era imposible un guión diferente, la más mínima intención de pelear por la posesión de la pelota para aspirar a un triunfo que necesitaban tanto como España, aunque para ellos estar ya aquí sea una proeza.

DOBLE MURO Para tirar abajo el doble muro hondureño delante de Valladares resultó providencial el desplazamiento de Villa a la izquierda para dejar sitio en el vértice del ataque a Torres, que entró en el equipo por Iniesta. Navas fue la otra novedad en vez de Silva por la derecha. La primera aparición del asturiano, sin embargo, fue por el centro para soltar un trallazo con la derecha que mandó el balón al larguero.

Vino a ser el reflejo de alto ritmo que la selección española quiso imponer desde que el balón echó a rodar. Nada que ver con la actitud autocomplaciente y confiada frente a Suiza. Hasta tal punto apretó España de entrada, que llegó a producir casi una ocasión por minuto en el primer tramo, incluido un claro penalti por empujón a Ramos que el árbitro no quiso pitar. No es que España quisiera ganar por aplastamiento, pero sí dejar claro sin pérdida de tiempo que no ha viajado a Suráfrica para mirarse el ombligo, para dar exclusivamente un curso de rondos.

El conjunto centroamericano no tiene casi ninguna de las virtudes que han convertido a la selección española en un referente de primer orden en los últimos años. Y no tiene a Villa, que rompió a la defensa hondureña y el partido con una jugada excelsa. Regateó en carrera a dos defensores, recortó hacia adentro ante otro y cruzó el balón lejos del alcance del portero (m. 18).

Con ese gol, España se sacó de encima todos los fantasmas que se le habían echado encima el primer día. Xavi fue Xavi, a Busquets no le pesó en absoluto haber sido cuestionado, Xabi Alonso encontró siempre la mejor opción, Navas dio mayor profundidad al equipo y solo Torres estuvo fuera de foco. Si no hubiera sido así, el delantero del Liverpool no hubiera cabeceado tan mal un gran centro de Sergio Ramos ni tampoco hubiese mandado a la grada la pelota tras recuperarla y romper a dos zagueros al borde del área. No fue su mejor día y deberá revisar el video para aprender de sus errores.

PENALTI FALLADO Villa, por el contrario, se encontró en su salsa allá por donde pisó porque no solo limitó su hábitat a la banda izquierda. Antes del descanso pudo marcar de nuevo a centro de Navas al primer palo, pero no tardó mucho en volver a hacerlo tras el descanso. Fue en una contra llevada por Xavi, con apertura al extremo sevillano, que pasó atrás hacia la corona del área, donde estuvo el Guaje para sentenciar con un derechazo y la ayuda de Chávez, que desvió ligeramente el balón (m. 51).

No hubo contestación posible por parte de Honduras y la historia pudo acabar en goleada. Ramos no marcó en dos ocasiones por verdadera mala suerte y Villa falló el penalti con el que pudo haber marcado su gol número 40 con la selección para quedarse a cuatro de Raúl. El objetivo se cumplió y se sumaron los puntos, pero quedó la sensación de que se podía haber goleado.