La Asociación de Minusválidos del Campo Arañuelo (AMCA) ha retomado recientemente su actividad industrial, suspendida desde mayo de 2009, con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal por problemas de la empresa suministradora. Este mes ha vuelto a funcionar su Centro Especial de Empleo, en el que se fabrican goteros para la empresa Sendal, a la que la Agencia Española del Medicamento había paralizado su producción porque no cumplía con los parámetros legales. Tras una larga espera, 15 trabajadores, de los 78 que se acogieron al ERE, han retomado esta actividad llamada técnicamente montaje, ensamblado y sellado de sistemas de perfusión venosa. Antonio Redondo, presidente de AMCA, se muestra optimista de que poco a poco se puedan ir incorporando más trabajadores, según Sendal tenga más trabajo y se produzca una mayor demanda.

Además de esto, desde hace unos meses AMCA ha abierto una fábrica de servilletas y papel para hostelería, como manteles o rollos industriales, en las instalaciones que la asociación tiene en el polígono industrial Campo Arañuelo de Navalmoral. De hecho, el consistorio les ha aprobado esta semana la licencia de apertura. De momento, y según ha explicado Redondo, son 10 personas las que trabajan en las instalaciones, que tienen unos 800 metros, aunque estiman que los contratos puedan llegar a 40 o incluso más. De nuevo, será la demanda la que confirme o no esta hipótesis, aunque de momento la asociación está en conversaciones con la compañía de limpiezas Fissa para ofrecerles sus productos.

Además de la fabricación, AMCA se encarga de la distribución, por lo que cuenta con varios clientes propios. "Nuestros productos son más baratos porque somos fábrica", explica Redondo, quien recuerda y agradece el apoyo y la labor de la empresa de Trujillo Extremeña de Papel y de su gerente, Juan Mateos, porque han ayudado de manera gratuita a la puesta en marcha de la actividad. "Los posibles problemas económicos que hemos tenido se están solventando", reconoce Redondo.