Un anciano de 94 años, natural de Millanes de la Mata, falleció a primera hora de la madrugada de ayer a manos de otro interno, de 84 años, del mismo geriátrico de Leganés en el que él se encontraba. La muerte de Fermín Ballesteros fue provocada por los golpes de Moisés G. M., que poco después del suceso era detenido por la policía.

Ambos, agresor y víctima, se encontraban internados en la residencia ´Geriatros´ --centro que cuenta con 180 plazas de las que el 66% están concertadas con la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid y el resto son privadas--, donde ocupaban habitaciones contiguas en la Unidad de Psicogeriatría. "Es una unidad de cuidados especiales cuyos internos no tienen contacto con el resto", explicó a este diario su responsable de comunicación.

Según explicó este, del suceso se tuvo conocimiento sobre las 00.20 horas de ayer por las trabajadoras que lo encontraron. Eran dos de las auxiliares que la noche del martes llevaban a cabo "la ronda habitual de las once de la noche, la que realizan para comprobar el estado de los residentes, cambiarles de postura en las camas..." y al entrar en la habitación de Fermín Ballesteros "le encontraron muerto".

Su cuerpo "tenía contusiones y golpes por todo el cuerpo, especialmente en la cabeza", precisó a Europa Press un portavoz del Servicio de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid. El agresor, que había sido visto por las trabajadoras en la habitación del fallecido, presentaba por su parte "varios hematomas en las manos y tenía una de ellas especialmente hinchada".

SORPRENDIDOS Ayer por la mañana el cadáver de Fermín Ballesteros había sido levantado por la autoridad judicial, mientras que su presunto agresor, detenido por la policía como autor de un delito de homicidio, se encontraba "hospitalizado".

La noticia de tan trágico suceso sorprendía y causaba conmoción en Millanes de la Mata, localidad de la Comarca del Campo Arañuelo de la que es originaria toda la familia de Fermín Ballesteros, aunque en ella solo residen ya algunos de sus sobrinos. "Sus hermanos ya murieron y sus tres hijos, una hija y dos hijos, se trasladaron a vivir a la Comunidad de Madrid, aunque vienen con frecuencia por aquí", indicaban algunos vecinos tras saber de lo ocurrido por este diario.

También en el propia centro donde tuvo lugar el suceso, la noticia pillaba por sorpresa a los familiares de algunos residentes que se acercaban por la mañana. "Estoy muy nerviosa. Me lo creo porque si no, cómo lo van a decir, pero suelen llamar a casa rápido", manifestaba una mujer al saber de lo ocurrido por los periodistas. Sorprendía a los familiares que llegaban al centro, pero en el interior el ambiente era de total normalidad, de hecho, la mayoría de los residentes desconocían lo ocurrido.