El concejal de Medio Ambiente, Jorge González Ibarzo, ha denunciado los actos vandálicos que se están produciendo sobre bienes públicos en lo que va de año.

Como ejemplo ilustrativo, informó de que la cifra de contenedores quemados es de 14, lo que supone un elevado gasto para todos los moralos, porque "cada recipiente tiene un coste de 210 euros (35.000 pesetas)", se lamentó el concejal, que apeló a la conciencia ambiental de todos.

Las zonas del municipio que en estos casi tres meses más han sufrido la actitud de los vándalos han sido el barrio de El Cerro y la conocida popularmente como plaza del Potaje, donde confluyen las calles San Andrés y García de Paredes. En éste último lugar "hay un contenedor para el vidrio que ya han quemado tres veces", subraya Ibarzo.

Además, el patrimonio histórico también sufre las consecuencias de este comportamiento incívico. Así, la fachada de la iglesia de San Andrés ha sido el centro de pintadas, que como explicaba el edil, tienen que ser limpiadas con disolvente y agua a presión con el consiguiente peligro para la misma que ha sido restaurada hace poco.

PUNTO LIMPIO Por otra parte, González Ibarzo también comunicó que han pedido información a la Consejería de Medio Ambiente sobre la creación de un punto limpio. Este aparece contemplado en el Plan Director de Residuos y llevaría aparejada la instalación de unos contenedores especiales. Cascotes, escombros, o restos de obras menores, serían algunos de los residuos que se arrojarían a los mismos, con un límite de "hasta 45 kilos por día y persona", dijo.