El primer fin de semana del botellón en su nueva ubicación (en los aparcamientos de la piscina municipal) se celebró con total normalidad, si bien la asistencia de jóvenes fue mucho menor de la habitual debido en gran parte a la mala meteorología, con fríos vientos y amenaza de lluvia el sábado por la noche.

Fuente policiales señalaron que menos de una decena de automóviles y apenas una treintena de jóvenes se concentraron el sábado por la noche en la zona habilitada por el ayuntamiento --siendo aún menos en la noche del viernes--, desapareciendo por completo esta práctica de la rotonda de San Marcos, junto a la calle Marqués de Salamanca. Las mismas fuentes apuntaron que sin embargo hubo que desalojar a tres grupos de jóvenes de los bajos de la residencia de ancianos María Angeles Bujanda, otro de los lugares habituales. Tras escuchar las indicaciones de la patrulla de la policía local sobre el contenido la ley de convivencia y ocio de Extremadura --más conocida como ley antibotellón -- que prohíbe esta práctica fuera de los recintos habilitados para ello, los adolescentes abandonaron el lugar.

VANDALISMO

Desgraciadamente, a menudo surge algún grupo que se dedica a otros menesteres, haciendo oídos sordos a las advertencias y peticiones municipales que pedían cordura. A última hora de la madrugada del sábado al domingo y ayudado por una valla de las utilizadas para delimitar la zona alguien golpeó repetidamente los cristales de la marquesina de la parada de autobús de la piscina municipal, a escasos metros del recinto habilitado para el botellón , rompiendo dos grandes lunas de cristal.

Por otra parte, en un primer momento no se han apreciado destrozos en las instalaciones deportivas ubicadas en las inmediaciones (campos de tenis y fútbol base y pistas de atletismo), como varios de sus responsables temían en un principio y denunciaron ante este medio.