El origen de esta nueva polémica ha sido la autorización por parte del ayuntamiento del derribo de la conocida como Venta del Moral, ubicada en la calle Albuera, para la construcción de viviendas. Desde Aramo se afirma que se trata de un edificio histórico y que por lo tanto se debería haber protegido. Desde el ayuntamiento, tras hacer averiguaciones y consultar al cronista oficial de la villa, se asegura que este inmueble no está catalogado como protegido, que su antiguedad se estima en 50 años y que la verdadera Venta del Moral estaba frente a San Andrés y que las esgrafías del edificio "corresponden en exclusiva al deseo de sus propietarios".