Después de la cabalgata del pasado martes en Navalmoral, el rey Melchor se quedó unas horas más en la localidad para entregar los regalos que la delegación de la ONG Cruz Roja en la localidad repartió a niños de familias con pocos recursos en la mañana de ayer. En concreto, los beneficiarios fueron 72 niños, de entre 0 y 10 años, de 32 familias moralas con poco recursos. De hecho, para poder beneficiarse de esta acción solidarias era necesario acreditar que uno de los progenitores estaba en situación de desempleo.

Desde las 11 de la mañana y hasta la 1, desfilaron por la sede local de Cruz Roja decenas de niños que esperaban con ilusión su regalos de Reyes Magos. Y allí estaba Melchor, junto con uno de sus pajes, para entregarles los presentes, tras preguntarles si habían sido buenos. La respuesta fue siempre la misma: todos los niños se habían portado bien. La cara de alegría también se repitió en la mayoría de ellos, porque se llevaron más de un paquete y algunos incluso apenas podían cogerlos.

Cruz Roja lleva realizando esta labor unos diez años en la localidad con este formato, según explicó Eduardo Juliench, presidente local de la ONG. Antes, cuando había militares en Navalmoral, eran éstos los que acompañaban a los Reyes por la casas.

Los regalos entregados eran de segunda mano y provenían de donaciones de particulares, de la Ferretería Morala y de la asociación de amas de casa Puerta de Extremadura. "La crisis no se ha notado en la recogida de juguetes porque son usados", afirmó Juliench, quien añadió que cinco voluntarios aproximadamente han trabajado duro para seleccionarlos -no todos los donados estaban en buenas condiciones- y distribuirlos por edades. De hecho, Cruz Roja ha tenido que comprar algunos con fondos propios porque había escasez para niños de edades más altas.