CSI-F consideró ayer que la sanción impuesta por el alcalde de Navalmoral, Rafael Mateos, al jefe de la Policía Local, Gregorio Ruiz, por negligencia es "injusta" y que los argumentos del primer edil "no se ajustan a la realidad", informa Efe.

El sindicato acusó a Mateos de sancionar al subinspector jefe de policía sin haber escuchado a todas las partes, guiándose por la opinión de terceros y "saltándose, porque sí, la presunción de inocencia, condenando directamente a toda la policía local en la persona del subinspector".

CSI-F negó que los agentes de la policía impidieran el paso al centro de salud a ningún enfermo e insistió en que la sanción impuesta es "totalmente desproporcionada e injusta". Lejos de lo afirmado por Mateos, el sindicato explica que el domingo por la noche, con motivo de los fuegos artificiales, había un operativo policial planificado que preveía la eventualidad de que los pacientes tuvieran que acudir al centro de salud. "De esta forma se permitió que el paciente accediera al consultorio médico por una ruta alternativa planteada de antemano", precisan.

En este sentido, el sindicato criticó que el alcalde "en ningún momento tuvo interés en conocer los detalles de este operativo, por lo que desconocía si había rutas alternativas".