"En el Ayuntamiento de Navalmoral no sería necesario aplicar el decretazo". Así de contundente se mostró ayer el alcalde moralo, Rafael Mateos, ante los medios de comunicación a los explicó la situación financiera del consistorio. "La situación de la economía municipal no tiene nada que ver con la situación catastrófica del conjunto del Estado. Más bien todo lo contrario. En el Ayuntamiento de Navalmoral, por raro que parezca y desde luego lo es, hay superávit de cinco millones de euros aproximadamente". Así inició Mateos una intervención ante los medios no programada y arropada por la mayor parte de equipo de gobierno.

Aún así, el primer edil reconoció que el ayuntamiento acatará las medidas del Ejecutivo central, entre las que destaca la reducción del sueldo de los funcionarios. Además, añadió que "por supuesto, los políticos tenemos la obligación moral de adoptarnos las mismas medidas que adoptamos para los funcionarios", aunque esperará "a ver el decretazo", según dijo, para determinar el recorte que aplica en este sentido.

Mateos explicó que su equipo de gobierno "ha hecho los deberes en tiempo y forma" y analizó algunas de las medidas tomadas en este sentido durante sus siete años de mandato, calificados por él de "austeridad". Por ejemplo, se refirió al recorte en gastos de protocolo, viajes, publicidad, jornadas, etc., al plan de ahorro energético y al recorte de inversiones. En este sentido adelantó que la adecuación de la carretera de Millanes no se va a hacer del modo que tenían previsto; y que la reforma de la rotonda de Moya, a pesar de las ideas que existen, sigue en suspenso por este motivo. También recordó el recorte de presupuesto en las fiestas de San Miguel y Carnaval. En su repaso, el primer edil habló de dos medidas tomadas en beneficio de los ciudadanos, como la creación del comedor social, que supone un desembolso de 100.000 euros anuales, y la congelación durante tres años de la subida del IBI.

Finalmente, el regidor habló de las deudas que tiene el Ayuntamiento. El pago a los proveedores se hace a 90 días y al contado, por lo que está cuantificada en cero euros, aunque reconoció que prevén tener que utilizar en agosto un préstamo concedido de un millón de euros por la falta de liquidez. Además recordó la existencia de otros dos préstamos, que están dentro de los límites legales.