Apenas una treintena de jóvenes eligieron el recinto ferial para hacer botellón (que es la nueva ubicación elegida por el equipo de gobierno) el viernes, si bien estaba previsto que este número se incrementara para la noche de ayer. Según informaron varios vecinos de la zona --no conformes con este traslado-- todo estuvo en una relativa calma hasta que hacia las dos de la madrugada dos vehículos hicieran sonar sus equipos de música a gran volumen, lo que produjo varias llamadas a la Policía Local para denunciar la situación, aunque estas mismas fuentes señalaron que la patrulla ni siquiera hizo acto de presencia en el lugar.

Este hecho ha motivado que el casi medio centenar de residentes de la zona tenga previsto reunirse a principios de semana para estudiar posibles medidas a adoptar ante un provable agravio de las molestias. "Estamos indignados ante la ausencia de contactos por parte del ayuntamiento", afirmaron.

Por su parte los jóvenes que hacían botellón mostraron su conformidad con el traslado, ya que a pesar de haber desplazado los coches hasta el lugar "también tenemos la opción de venirnos andando", afirmaron. No obstante, vecinos de Marqués de Salamanca afirman que aun existen grupos que hacen botellón en el camino de San Marcos.