Tres puertas de la Casa del Deporte aparecieron el pasado lunes reventadas como consecuencia de haber sido forzadas. Sin embargo, los autores del hecho no sustrajeron ningún pertenencia. Además, el dueño de un establecimiento llamó a la policia informando de que unos niños habían entrado en el local y se habían bebido unos refrecos caducados. La intención del propietario no era denunciar a los menores sino que éstos fueran reprendidos.