El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, no ha dejado de sonreír en la inauguración del Hotel de la Risa, en Talayuela, cuya puesta de largo ha consistido en un espectáculo cargado de humor y alejado de cualquier protocolo.

Fernández Vara ha recorrido las supuestas dependencias del hotel, ya que los actores recrean un establecimiento tradicional sin que exista edificio alguno, en un espectáculo de humor que busca llevar la relajación y la felicidad a sus usuarios, según ha explicado la empresa que lo impulsa, Asaco Producciones.

El coche oficial del presidente de la Junta llegó al Albergue "El Quinto Pino", en pleno pinar de Talayuela, escoltado por un vehículo diminuto conducido por un bandolero al que acompañaba un payaso.

Recibidas con una canción, las autoridades y el público congregado han iniciado su visita en el aparcamiento del hotel, donde ha llegado una cliente cargada de maletas para hospedarse.

Luego han pasado a las dependencias a través de una puerta giratoria ubicada en pleno pinar y han desembocado en la recepción, donde otro número artístico ha dado paso al "bestíburlo", al que se se accedía por medio de una gran cámara fotográfica antigua.

Desde el techo de una choza, el gerente del establecimiento, Tropecio Sutil, ha recibido a las autoridades con un discurso disparatado y cantando el himno extremeño.

Fernández Vara ha visto el restaurante de la mano de un voluminoso chef francés, ha conocido a la persona encargada de limpiar las habitaciones inexistentes, Dora, ha visitado el gimnasio surrealista regentado por Mike Abdominal y Eva Nasarro y se ha acercado hasta el Spa Staragustín, en el que una tonadillera ha dado la bienvenida a los visitantes.

El recorrido, más corto del que será habitual para los clientes, ha concluido en la Plaza de la Alegría, un espacio dedicado a la música.

Las autoridades han hecho sus discursos sobre un atril clásico, mientras que los impulsores del proyecto han usado una maleta colocada sobre la espalda del botones.

Fernández Vara no ha abandonado el tono jocoso de su visita y ha iniciado su discurso con un chiste y lo ha acabado con una anécdota humorística ambientada en un congreso de médicos.

Entre medias, ha felicitado a Asaco Producciones y ha puesto al Hotel de la Risa como ejemplo de cómo se pueden hacer interesantes proyectos sin contar con mucho dinero, "lo que hace falta es ingenio, inteligencia y ganas de hacer cosas distintas... y esto es distinto".

Javier Ceballos, uno de los creadores, ha asegurado hoy, vestido de novia, que el Hotel de la Risa "lo que pretende es hacer que la risa y el espíritu del payaso llegue a todas las personas posibles".

El Hotel de la Risa se dirige sobre todo a grupos de discapacitados, personas mayores y empresarios, aunque está abierto a todo tipo de grupos, y ofrece "un espectáculo viviencial" en dos modalidades: experiencia "express", que dura tres horas, y experiencia "vital", que abarca uno o dos días.