José María González Mazón, presidente de Adenex, Asociación para la defensa de la Naturaleza y los recursos de Extremadura que este año cumple su 25 aniversario, nació en la provincia de Burgos en el año 1953. Desde hace 20 años vive en Navalmoral, por cuestiones laborales y familiares, y reconoce que lo que en principio fue un "destino pasajero" se convirtió en "su vida".

¿Cómo ha sido la evolución de Adenex a lo largo de estos 25 años de existencia?

--Ha variado mucho aunque la esencia se mantiene. Desde sus inicios tuvo unos objetivos que van más allá de la mera defensa de las aves.

¿Hace 25 años existian otras asociaciones ecologistas como ahora?

--Adenex estaba sola. Ahora hay muchos grupos, aunque la mayoría son de ámbito local. También la administración ha empezado a tomar parte en distintos campos. El mayor cambio comenzó en los años 80 cuando se crea un grupo denominado "valores humanos". Adenex ha salido muchas veces diciendo "no" pero siempre ha propuesto alternativas. Es una asociación más creativa que destructiva y eso es lo que le ha hecho mantenerse en el tiempo.

Vamos a centrarnos un poco más en su aportación como presidente de esta asociación. ¿Cuál es su mayor satisfacción el tiempo que dedica a Adenex, a sus investigaciones o a sus alumnos?

--Yo creo que en cada cosa que hago e intento sacarle la parte positiva. Siempre hago muchas cosas, no una sola pero intento buscar la interrelación porque la riqueza está en la diversidad.

Parece que no es de los que cree en el dicho que dice "quien mucho abarca poco aprieta"?

--No intento abarcar. Siempre busco en lo diverso hacer lo que no está hecho, por lo que para conseguirlo no puedo ir por un solo campo.

Ha estudiado Obras Públicas en la especialidad de urbanismo y es usted un amante de la naturaleza

--Sí, la ecología nace en la ciudad. Nace de gente que se da cuenta de lo que ha perdido.

Una última curiosidad ¿Es usted vegetariano?

--No lo soy, pero intento comer la menor carne posible, por salud.