El mundo de la magia llenará durante toda esta semana las calles y plazas de Navalmoral de la Mata, sumergiendo a grandes y pequeños en trucos inexplicables y materiales asombrosos. a grandes y pequeños de ilusión. La última apuesta de los magos locales Alfred Cobami y Jordimán se ha materializado en el festival mágico Navalmoral de la Magia .

El alcalde, Rafael Mateos, fue el primero que vivió la magia en sus manos al ser objeto del primer truco durante la inauguración de Expomagia. Unas tijeras mágicas le pusieron en apuros para cortar la cinta que daba el pistoletazo de salida a dos semanas de ilusionismo.

El acto central del festival es Expomagia, que se podrá visitar hasta el próximo día 12 en el aula de cultura. En ella se hace un recorrido por el mundo de la magia y por los objetos con los que trabajan magos de todo el mundo. Hay piezas de colección, como una chistera de 1895 hecha con piel de foca, o un baúl de más de cien años, hasta una muestra de libros, cartas y demás utensilios. Y allí, en medio de todo, está Felipez, un pequeño pez naranja que ayuda a adivinar las cartas.

La muestra se puede visitar de forma libre o a través de visitas guiadas de una media hora de duración. De hecho son ya varios los grupos de escolares que han llegado hasta ella para conocer más de cerca el mundo del ilusionismo. Además, durante estos días están teniendo lugar diferentes actividades de magia en la calle para todos los públicos, así como de magia nocturna en Bulevard Café y Gin Crack.

El festival, que vive este año su primera edición, finalizará el sábado día 12 de diciembre con una Gala Mágica en la casa de la cultura a partir de las 20.00 horas, siendo el precio de las entradas de 4 euros.

Hasta entonces, un total de seis magos, dos de ellos moralos, habrán llenado de magia todos los rincones de Navalmoral, ofreciendo espectáculos para niños y mayores, porque, por ejemplo, también visitarán las residencias geriátricas, donde mostrarán sus habilidades.

Eso sí, uno de los números estrella: el reto mágico, no se habrá celebrado. Finalmente se cayó del programa este número en el que Alfred Cobami tenía previsto entregar 1.000 euros a aquella persona que fuese capaz de tardar menos tiempo en atarle con una soga de más de 100 metros de longitud que él en escaparse de la misma. Una enfermedad el mago moralo, que se encuentra ingresado en el hospital, ha obligado a suspender el acto.