La parroquia de San Andrés se quedó pequeña en la mañana de ayer durante la misa funeral de F. R. R., vecino de Navalmoral de 46 años que falleció el domingo por la mañana tras ser atropellado cuando hacia deporte en la carretera que une Navalmoral y Valdehúncar.

La víctima llevaba muchos años trabajando en una panificadora local y era muy conocido. Además, tenía una numerosa familia, al estar compuesta por siete hermanos.