Ayer los 150 niños que han participado en la séptima edición del campamento urbano en Navalmoral, dijeron adiós a 15 días de juegos con una fiesta de despedida en la casa de la cultura, donde estuvieron acompañados de sus padres.

A pesar de que el campamento se ha elaborado pensando en el ocio de los más pequeños durante sus vacaciones estivales, la diversión no ha sido el único motor de las actividades. Otro de los objetivos que perseguía la asociación juvenil Nutria, encargada de llevar a cabo el campamento, era que los niños aprendieran diferentes temas y conocieran un poco más su entorno. "Además de animarles y de jugar con ellos hemos pretendido que estos quince días fueran temáticos", explicaba Mari Paz Ollero, una de las monitoras. "Valoro estos días como muy positivos", añadió la responsable.

EL TOQUE SOLIDARIO Entre las actividades que jornada tras jornada han realizado, cabe destacar el mercadillo benéfico que hace unos días celebraron en el parque municipal, una iniciativa para recaudar fondos en beneficio de Cáritas Navalmoral. Para lograrlo los participantes se pusieron manos a la obra fabricando sus propios artículos de venta como pulseras, collares, llaveros, o marcapáginas, que vendieron al simbólico precio de un euro.

El dinero recaudado con este mercadillo solidario (algo más de 100 euros) fue entregado durante el transcurso de la gala a la representante de la organización en la localidad, Angela Marcos, quien agradeció la labor realizada por los niños.