El portavoz socialista, Javier Corominas, rechazó el Plan general de Ordenación Urbana, cuya aprobación provisional era uno de los puntos del orden del día del pleno de anoche, asegurando que el PGOU apuesta por una ciudad dispersa, cuyo mantenimiento es "insoportable". Las previsiones del actual plan pasan por el aumento de vivienda en más de 4.000, lo que supone incrementar el suelo urbanizable en 1.462.000 metros cuadrados, dando lugar, dice, "a un modelo que parte de una concepción equivocada que se inicia con el anterior gobierno del PP". Así manifestaba que el documento no es fruto de un estudio de las necesidades de la población sino que parece "que se ha venido pactando con cada uno de los propietarios".