La policía local morala ha iniciado una campaña para terminar con los ruidos de los ciclomotores que molestan a los vecinos de la localidad. En una semana, los agentes han requisado un total de 9 motocicletas que constaban de "elementos ilegales", informó a EL PERIODICO el inspector jefe de la policía Enrique Cenalmor. Los vehículos retirados de la vía pública son en su mayoría motos de una cilindrada de 49 centímetros cúbicos, en las que se han efectuado "reformas de importancia", según Cenalmor. Generalmente los estridentes ruidos proceden del cambio de los tubos de escape, o del filtro del carburador, que se sustituye para alcanzar los 100 kilómetros a la hora, mientras que los ciclomotores "sólo pueden rozar los 50 Km.".

Atendiendo a la legalidad, el artículo 7 del Reglamento General de Vehículos expone que "realizar reformas de importancia sin autorización suponen una multa de 150 euros". Esta cifra es la que han debido abonar los nueve menores a los que se les ha retirado sus motos. La policía ofrece un plazo de seis días para que los dueños corrijan los elementos ilegales e instalen de nuevo los de serie. Cambiar un tubo de escape ilegal ronda los 100 euros y el filtro 6, según Cenalmor. La policía advirtió de que estos elementos se pueden obtener en establecimientos especializados o en talleres. En cuanto a la persona que realiza el cambio, suelen ser los propios menores los que efectúan la transformación del vehículo, aunque también son sus padres y en último término, la reforma se puede conseguir en talleres mecánicos, aunque muchos se niegan, informó Cenalmor.

La policía asegura que la mayoría de los padres desconocen que sus hijos "modifican los ciclomotores", con lo que no saben que esas prácticas "son ilegales", aunque al conocer que las motos han sido retiradas reaccionan positivamente.