La Asociación Cultural Raíces de Peralêda ha cumplido tres años y su presidente, Ángel Castaño, ha hecho un balance «muy positivo», dijo, de las acciones realizadas hasta ahora para promocionar Peraleda de la Mata y del Campo Arañuelo. Castaño recordó que el colectivo nació con unos objetivos «muy ambiciosos». El propósito de la asociación era, por un lado, conservar el patrimonio intangible de Peraleda, que es similar al del resto de la comarca toda la comarca. Para ello, se comenzó a trabajar en rescatar fotos, elaborar un minucioso diccionario con el habla local, y entrevistar en vídeo a los mayores explicando los modos de vida de antaño. «Todo eso está ya accesible en nuestra web», señaló.

Además de eso, otro reto del colectivo era más práctico, ya que se trataba de preservar y poner en valor el patrimonio físico e histórico de toda la comarca. «La motivación no era tanto por nostalgia como para poder mirar al futuro sin miedo». Asimismo, expuso que ante la grave crisis que se avecinaba con el cierre de la central nuclear de Almaraz «y más ahora con la crisis que nos traerá el coronavirus», añadió, «la despoblación se convertía en el futuro más cierto para estos pueblos». «El sector agropecuario se hunde y la industria no llega, por lo que había que buscar una salida y la mejor apuesta la vimos en el turismo rural», señaló. Un ámbito en el que, según él, hay mucho que ofrecer. Para ello, el primer paso que se materializó fue colaborar con el Ayuntamiento de Peraleda para reconstruir el destruido rollo jurisdiccional.

«Hoy ese monumento luce de nuevo en su sitio original y puede ser considerado la primera piedra de este proyecto comarcal». El segundo gran hito, explicó Castaño, llegó cuando reapareció el Dolmen de Guadalperal. Una intensa movilización de la asociación y la colaboración de muchos hizo que el dolmen fuera noticia en toda España y en todo el mundo. «Casi todos los periódicos y revistas más importantes del planeta pusieron el foco en este rincón perdido del mundo y miles de visitantes llegaron al Campo Arañuelo», explicó Castaño, algo que, «para toda la comarca se demostró que el sueño del turismo podía ser una realidad».

La asociación sigue con sus acciones y ahora trabaja en poner en valor el «ignorado» templo romano de los Mármoles, otra joya de primer orden, pero esta vez la situación es distinta. «Ahora ya no estamos solos, la iniciativa la moveremos con la asociación morala de Artistas Plásticos; varios colectivos e instituciones quieren adherirse», avanzó. Asimismo, dijo que el dolmen lo cambió todo, y lo que se creía que era un proyecto a largo plazo, se ha acelerado. A pesar de que ha sido un verano de restricciones, centenares de turistas han recorrido en barca las orillas del pantano disfrutando de un bello paraje antes desconocido. «El turismo ha dejado de ser una meta futura, ya ha llegado», subrayó y anunció que en los próximos meses nuevos proyectos verán la luz.