La Junta somete a información pública la solicitud de autorización ambiental para la puesta en marcha de la primera fase del Bioparque de Navalmoral.

Según publica hoy el Diario Oficial de Extremadura (DOE) y recoge Efe, se trata de una planta de valorización energética de cultivo de 49 MW de potencia eléctrica que permitiría una producción eléctrica de 342.000 megavatios-hora (MWh) al año.

La planta de biogás está promovida por Bioparque Navalmoral Uno, S.L y a partir de mañana la solicitud de autorización ambiental podrá ser examinada durante 30 días hábiles.

El proyecto constituye uno de los más ambiciosos a nivel europeo en su campo y sólo en su primera fase la planta se situará ya entre las más grandes de Europa.

La planta se dimensionará, según el proyecto, para tratar 700.000 toneladas al año de biomasa vegetal, obtener 160.000 metros cúbicos anuales de biogás, 470.000 toneladas al año de digestato líquido y otras 100.000 de digestato sólido húmedo.

La obtención del biogás se realizará mediante la digestión anaerobia de la biomasa vegetal y se llevará a cabo en una parcela de la Dehesa Boyal y la obtención de la energía eléctrica se logrará mediante la combustión del biogás en 22 motores de combustión interna, que se ubicarán en el Parque Industrial Norte de Extremadura.

La intención inicial es que en la primera fase la planta de biomasa sea capaz de generar una potencia de 49 megavatios, si bien la empresa impulsora quiere alcanzar, en varias fases a desarrollar en varios años, una potencia de 150 megavatios para lograr una producción anual de energía de 1,1 millón de megavatios-hora (MWh), para lo cual se precisaría una inversión de más de 300 millones de euros.

El parque no sólo generaría una gran producción eléctrica, sino que además revitalizaría el sector agrícola de las comarcas del Campo Arañuelo y La Vera, tan afectadas por la delicada situación que atraviesa el cultivo del tabaco, ya que para generar la electricidad se requeriría el procesamiento de unas 350.000 toneladas anuales de ensilado de cultivos de maíz y tabaco.

El proyecto podría crear más de 60 puestos de trabajo en la construcción de cada fase y hasta 300 empleos directos a la finalización del mismo para cubrir las labores de gestión y administración de la planta y de la actividad agrícola.