La Fiscalía de Almería ha solicitado hoy una pena de un año de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros para un vecino de Talayuela acusado de introducir a un marroquí en el país oculto en un hueco junto al motor de una furgoneta que fue interceptada en el puerto de Almería.

El Ministerio Público ha rebajado su petición inicial de cuatro años de prisión después de que A.E.G.., un hombre de 54 años de origen marroquí y con domicilio en Talayuela (Cáceres), reconociese que había cometido los hechos y haya exculpado a M.A., un compatriota que se encontraba coacusado y para el que el fiscal reclamaba la misma pena.

A.E.G. ha reconocido que ayudó a un marroquí a pasar la frontera y que sabía que iba dentro del capó de su furgoneta, asegurando que lo hizo para ayudarlo y que M.A., al que abordó en un ferry procedente de Melilla y le ofreció transporte, no sabía que había nadie oculto en el vehículo.

Así, ha quedado probado que sobre las 6.30 horas del 3 de enero de 2017, agentes de la Guardia Civil inspeccionaron una furgoneta procedente de Melilla en un control de vehículos realizado en las instalaciones portuarias almerienses.

Bajo el capó del motor del automóvil fue localizado un inmigrante marroquí en un hueco.

Según el fiscal, A.E.G. había introducido a este indocumentado en el territorio nacional "con conocimiento de su situación irregular" y eludiendo el control realizado en el paso fronterizo.

Añade que para que el hombre pudiese esconderse en el hueco en el que fue sorprendido, el acusado tuvo que modificar algunas piezas del motor, y precisa que el capó se cerraba desde el interior del vehículo sin que este inmigrante pudiera abrirlo.

En este sentido, subraya que el hombre estaba junto al motor "con el consiguiente peligro de calentamiento y causación de quemaduras e inhalación de gases tóxicos; circunstancias que no impidieron a los acusados facilitarle el escondrijo en el vehículo".