Dejar caer un coche suspendido en una grúa desde una altura de 30 metros no es que sea una idea brillante. Pero cuando de por medio está la seguridad, eso es otra cosa. Desde que tengo uso de razón (si es que la tengo) Volvo siempre ha sido para mí y para muchos la marca de automóviles más segura. Cuando en los años 70 veía los Volvo de los holandeses y franceses por las carreteras, mi abuelo Juan siempre me decía. “Estos son los coches más seguros”. No sabía de coches, como muchos, pero sí tenía esa percepción.

¿Porqué todo ésto? Pues porque la marca sueca sigue lanzando sus coches desde las alturas, a la antigua usanza, como cuando no existían los crashtests, para trabajar codo con codo con los servicios de emergencia encargados de rescatar a las víctimas en un accidente de coche. Despeñar un coche, así de simple (una situacioón que muchas veces se sigue dando).

Todos son coches nuevosPara que los equipos de rescate puedan prepararse para cualquier tipo de colisión y con ello simular las fuerzas que se producen en los impactos más extremos, la marca deja caer varias veces desde una grúa a una altura de 30 metros varios vehículos. Todos nuevos.

Los momentos posteriores a un accidente suelen ser vitales, y trabajar rápida y correctamente para extraer a los ocupantes es básico. Con el coche estrellado, hecho añicos, ser eficientes en la extracción es la gran prioridad para poder trasladar a la víctima del accidente lo antes posible al hospital.

Para ello, los bomberos y los servicios de emergencia se valen de herramientas hidráulicas de rescate, conocidas como ‘mandíbulas de vida»’ (jaws of life). Los especialistas se refieren a los momentos posteriores al accidente como la “hora de oro”. Un tiempo en que es preciso liberar a la víctima y llevarla al hospital en un plazo de 60 minutos desde que se produce la catástrofe

Håkan Gustafson, investigador del equipo de accidentes de tráfico de Volvo Cars reconoce que llevan muchos años colaborando con los servicios de rescate suecos. “Compartimos el mismo objetivo: hacer que las carreteras sean más seguras para todos. Esperamos que nadie tenga que pasar jamás por la experiencia de sufrir los accidentes más graves, pero no todos se pueden evitar. Por eso es de vital importancia contar con métodos que contribuyan a salvar vidas cuando se producen los accidentes de mayor gravedad”, señala Gustafson.

Las prácticas de extracción de víctimas de accidente se suelen realizar los desguaces, por lo que esos vehículos suelen tener por lo menos 20 años de antigüedad, de ahí la importancia de emplear coches nuevos en este tipo de trabajos. Porque no tiene nada que ver un coche de 1995 con uno de 2019. La resistencia del acero, la estructura del habitáculo de seguridad y la durabilidad de los materiales no es la misma. Ni siquiera la distruibución de las piezas del interior.

Volvo quiere seguir abanderando la seguridad, no sólo en sus coches, sino también formando al personal encargado de auxiliar a las víctimas en caso de accidente. “Normalmente solo provocamos colisiones dentro del laboratorio; esta es la primera vez que

hemos dejado caer vehículos desde una grúa”, explica Håkan Gustafson. “Sabíamos que las deformaciones resultantes serían extremas. Lo hicimos para poner al personal de rescate anteun desafío real

“, confirma el investigador.

Todos los resultados que se obtengan en las colisiones y las maniobras de extracción, se recojerán en un informe de investigación que se pondrá a disposición del personal de rescate de todo el mundo, de forma gratuita, para seguir trabajando en la mejora de la seguridad.