Son muchas las formas de atentar contra la seguridad de los más jóvenes a través del internet, pero esta vez trataremos dos temas que están tomando mucha fuerza entre los niños y causando preocupación entre los padres y que ello es importante conocerlo sexting y grooming.

Sexting la actividad en la que cada vez más jóvenes son más propensos a enfrascarse y que no es nada inocente

Es una tendencia que empezó alrededor del año 2005. Se trata del envío de mensajes con palabras de contexto sexual o de imágenes provocadoras, hacia su pareja o la persona que quiera conquistar. Este es un acto que se basa mucho en la confianza hacia la otra persona, pero cuando esta persona no respeta esa confianza se puede tornar en una situación muy incómoda.

Esta moda ha comenzado a ser frecuente entre adolescentes desde hace un tiempo, tema que es preocupante, como sabemos, las parejas que se forman a esa edad son pasajeras y no se basa en ninguna estabilidad emocional.

En su mayoría, las que salen perjudicadas son las menores que brindan fotografías de ellas en posiciones o con ropa provocadora para ganarse el cariño de su pareja o a quien quieran conquistar, sin saber que este puede estar controlando la situación a su favor y lo que es peor aún aprovechando su poder para amenazar con mostrarlas si no cumplen con lo que se les pide.

Algunas adolescentes caen ante la presión social, ya sea para demostrar que son valientes o para lograr que la dejen de fastidiar y ganarse algo de respeto, recurren o aceptan tomarse fotos o hacer videos que luego se compartirán iniciando así una mala reputación que provoca el acoso y humillación de su entorno.

Por tales motivos, es importante que el sexo y la sexualidad dejen de ser temas tabú en las conversaciones de la familia, sobre todos para los niños y adolescentes que al momento de ingresar al mundo del internet a través de un dispositivo móvil o una computadora, están expuestos a aprenderlos de las maneras menos indicadas.

Estas situaciones son aprovechadas por desconocidos que atentan contra la intimidad de los menores, sean chicos o chicas, con la ventaja del anonimato tras una pantalla. Por eso es necesarios conocer las herramientas que ayuden a tener un mejor control sobre las personas que llegan a la vida de nuestros hijos.

Muchas de estas fotos o videos al ser expuestos en las redes sociales son descargadas por otro tipo de redes que fomentan la pornografía infantil, que puede desencadenar en un posible seguimiento, acoso o secuestro en caso que la víctima viva cerca de estas personas.

Grooming, una terrible situación de acoso

Así como el ciberacoso, esta es una práctica que ha evolucionado con la llegada del internet, Grooming es el nombre que se le ha puesto a todas las acciones que hace un adulto para llegar a un menor con la finalidad de concretar un acto sexual.

Antes de la aparición del internet, estos casos de acoso parecían ser casos aislados y no se confrontaban con la creencia de que si no se habla de eso, ya no existirá, nada más lejos de la verdad. La pedofilia y la pornografía infantil ha existido a los largo de los siglos de una manera oculta gracias al poder del agresor sobre la víctima. Se han visto casos de familias enteras dedicadas a estas condenables acciones que no conocen de niveles sociales, se basa más que nada en la necesidad de la víctima, mayormente económico, pero también emocional.

La llegada de las redes sociales y plataformas de mensajería ha sido de puente perfecto para llegar a más menores que al no tener una estabilidad emocional o un buen control parental caen fácilmente ante argumentos poco creíbles.

Como padre, ¿Qué puedo hacer contra estas temibles tendencias?

La comunicación siempre será la mejor manera de confrontar los problemas. Decirles que las oportunidades perfectas y demasiado ventajosas para ellos, como conocer o pertenecer al círculo más cercano de un artista al que admiran, jamás se dará en el anonimato y mucho menos exponiéndose delante de una cámara sin que los padres lo sepan.

Explicarles que las cosas que se hacen a escondidas es muy posible que se hagan porque no son aceptadas por su origen delincuencial. También, se debe considerar que del tiempo que el menor pasa conectado a la red, el 54% lo hace enviando mensajes a amigos o a desconocidos que se ganaron su confianza con falsas palabras.

Como se hace físicamente imposible estar al tanto de todos los mensajes que intercambian los menores en internet, es bueno que nos apoyemos en la tecnología y las ventajas que nos ofrece. Por medio de ella, podremos acercarnos cuando consideremos que nuestros hijos están involucrados en actividades sospechosas e intervenir de manera oportuna.

Una de las herramientas más abiertamente recomendadas para este fin es mSpy, una aplicación de supervisión paternal muy completa y además, fácil de usar. mSpy cuenta con una amplia variedad de herramientas que hacen que podamos seguir de cerca sin muchos inconvenientes las actividades que realizan los niños y adolescentes en internet.

Entre algunas de sus funciones que te pueden ayudar están: la capacidad de leer los mensajes de WhatsApp que llegan a su teléfono, además de poder visualizar y descargar cualquier material multimedia que intercambie a través de las redes sociales o alguna aplicación de mensajería instantánea.

Si accedes a su sitio web, podrás saber más sobre el resto de sus funciones y como te pueden ayudar a enseñar a tus hijos sobre el manejo responsable de las redes sociales y otras aplicaciones de mensajería de uso masivo.