Hay apenas en Segovia algo más de un decena de librerías, y la mayoría de ellas comparten el oficio con la papelería, así que, más que libros, se venden allí periódicos, revistas, chucherías y gomas de borrar. Una situación no muy distinta de la mayoría de las ciudades de provincia españolas. Pero la ausencia de puntos de venta ha quedado compensada con la pasión lectora. O, por lo menos, eso es lo que se desprende del éxito indiscutible del primer Hay Festival; que se celebra en la ciudad del acueducto y que ayer homenajeó a cuatros escritores muertos: Carmen Martín Gaite, Terenci Moix Manuel Váquez Montalbán y Alberto Méndez.

El Hay original es un pueblecito galés con más librerías que pubs. En Segovia, la afluencia de público es un indicativo de que la muestra tiene garantizada la continuidad en los próximos años. No hay que olvidar que la entrada a los recintos era de pago (hasta siete euros). Que un festival como el Hay cale en la población no es tan fácil.

El paso por Segovia de más de 50 autores que con sus tertulias, mesas redondas y conversaciones han llenado los teatros, las iglesias y los espacios cívicos de la ciudad ha tenido momentos buenos, curiosos e interesantes. El disfrute de un libro a veces es inversamente proporcional al sentimiento que provoca conocer a su autor. Estos son algunos de los momentos entre estelares y secretos del Hay Festival de Segovia.

´Dream team´ . Es el apelativo con el que el editor Jorge Herralde (Anagrama) llama a sus escritores británicos, a los que descubrió cuando apenas despuntaban. Ian McEwan le dijo que le sonaba fatal en inglés y que por favor dejara de utilizar el término. "No lo voy a hacer, me gusta porque suena muy hortera", fue la respuesta de Herralde ante un horrorizado McEwan.

El islam . Ha sido el gran tema de los escritores presentes en Segovia. El más duro de todos ellos ha sido Martin Amis, cuyas radicales palabras contra el islam contrastaron con las opiniones más mesuradas de Doris Lessing. Laura Restrepo intentó iniciar un debate con Amis. "Me ha sorprendido la opinión de mi colega de que la razón está de su parte --afirmó--. No todos los buenos están de su lado. Olvidan que una cosa son los pueblos y otra, los estados". Amis, no recogió el guante.

Muertos contra vivos . La anécdota la protagonizó Enrique Vila-Matas en una mesa redonda en la que diversos autores --Ali Smith, Jorge Franco y Carmen Posadas, entre ellos-- hablaron de sus libros favoritos. Un espectador del público agradeció los comentarios de los autores, pero reafirmó su convicción de que solo el tiempo es el juez más imparcial de la literatura y que los buenos escritores estaban todos muertos. El autor de Bartleby y compañía y El mal de Montano replicó: "Pues yo no me pienso morir para darle a usted el placer de leerme".

Recuerdo de Machado . Antonio Machado, que vivió un tiempo en Segovia, fue evocado por su biógrafo hispanoirlandés Ian Gibson y por el novelista Benjamín Prado. Entre ambos, con gracejo e ironía, compusieron la figura de un Machado muy cercano y humano con grandes contradicciones y alejado de las apropiaciones que a posteriori ha hecho la derecha de su figura.

La entrevista imposible . Sabido es que Doris Lessing es una de las entrevistadas más reticentes. Marianne Ponsford, directora de la revista cultural Arcadia , sufrió lo suyo para que la autora se ciñera a sus preguntas. Aunque no lo hizo, Lessing, de 87 años, se sinceró en más de un momento: "Estoy rodeada de fantasmas. ¡He tenido que tachar de mi agenda a tanta gente! Nunca pienso en la felicidad porque me parece algo cursi".

Las colas . Han sido la gran imagen del Hay Segovia. Cristina Fuentes Laroche, una de las directoras del proyecto, valoraba ayer la muestra: "Las ventas de libros de los autores se han multiplicado".