Los siete países más industrializados del mundo y Rusia comenzaron hoy su cumbre dispuestos a un "diálogo constructivo", en un intento de bajar el tono al debate sobre el escudo antimisiles y Kosovo, y de buscar un compromiso sobre el cambio climático.

Poco antes de su primer encuentro con los líderes de Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, Canadá, Italia y Japón, la canciller alemana y anfitriona de la reunión, Angela Merkel, se mostró confiada en que la cumbre se desarrollará en un "ambiente constructivo".

Merkel dijo esto tras un primer sondeo de ambiente entre sus colegas, con los que tuvo encuentros bilaterales antes de la cena de apertura. Tras las advertencias lanzadas desde Moscú por el presidente ruso, Vladimir Putin, quien amenazó con apuntar misiles hacia Europa en respuesta a los planes de EEUU de establecer bases para un escudo antimisiles en Polonia y la República Checa, Merkel afirmó que "la Guerra Fría ha terminado" y que en la cumbre lo básico es "avanzar y buscar posiciones conjuntas" y no aislar a nadie.

Tanto el problema del escudo como las diferencias respecto a Kosovo -Rusia no quiere que sea el Consejo de Seguridad de la ONU el que decida sobre el destino de esa provincia serbia- podrán ocupar parte de los debates, pero no centrarán la agenda oficial.

La primera jornada de la cumbre estuvo dedicada a buscar una línea de consenso en el debate sobre el cambio climático y una fórmula que permita a todos presentar el resultado como un éxito.

Después de quedar claro que Merkel no alcanzará su objetivo de un compromiso de los Ocho de reducir las emisiones de gases contaminantes en un 50 por ciento hasta el 2050, todo apunta a una solución que deje de manifiesto la disposición de todos a asumir responsabilidades. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, adelantó en qué podría consistir ese compromiso.

Según dijo en una rueda de prensa, la cumbre del G8 podría acordar la "necesidad" de fijar objetivos para la reducción de emisiones sin hablar específicamente sobre ellos.

Sobre los objetivos específicos se podría entonces empezar a hablar en las negociaciones que comienzan en diciembre próximo en Bali (Indonesia) en el marco de Naciones Unidas.

La meta final sería, añadió, que para 2009 quede fijado un acuerdo global que pueda sustituir al Protocolo de Kioto, al que EEUU no se ha sumado.

En Heiligendamm, sin embargo, el presidente de EEUU, George W. Bush, expresó hoy su disposición a cooperar en el diseño de un acuerdo post-Kioto, aunque no especificó si estaba dispuesto a colocarlo bajo el paraguas de la ONU, una condición "sine qua non" para todos los socios europeos del G8.

"Vengo con el gran deseo de trabajar contigo para lograr un acuerdo post-Kioto", dijo Bush a Merkel tras el encuentro de ambos. El director general para asuntos globales del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, Koji Tsuruoka, miembro de la delegación que acompaña al primer ministro Shinzo Abe, dijo que un buen resultado sería el mero hecho de mostrar voluntad política.

Recordó que el G8 no es un foro para fijar compromisos sino para mantener debates sobre temas relevantes, como está siendo, en esta cumbre bajo presidencia alemana, el cambio climático.

"Esta es la primera cumbre del G8 en la que el cambio climático ocupa un lugar destacado y con toda seguridad no será la última", sostuvo el diplomático nipón y agregó que "esto es un proceso".

La cumbre se vio acompañada de imágenes de activistas antiglobalización bloqueando parte de los accesos al balneario. Con marchas campo a través, rápidos movimientos coordinados en columnas y un ambiente festivo propio de un carnaval, cerca de 10.000 manifestantes contra la cumbre del G8 consiguieron hoy acceder a la valla que protege el balneario de Heiligendamm y cortar numerosas carreteras.

Los manifestantes lograron cortar uno de los dos únicos accesos directos por carretera al balneario y bloquearon la autopista que conduce al aeropuerto de Rostock-Laage, justo cuando llegaban en cadena los coches con la mayoría de los jefes de Estado y Gobierno.