WUwna España bastante distinta a la que teníamos hace un año conmemora hoy, en luto, el 11 de marzo del 2004. No olvidamos, no olvidaremos, ni a las 192 personas que perdieron la vida ni a las miles que sufren desde entonces mutilaciones, heridas de todo tipo o la ausencia de seres queridos.

Es una jornada que merecía unidad. Pero al dolor que sentimos por lo sucedido hay que añadirle la decepción por lo lejos que estamos de lograrla. Ni siquiera ahora ha sido posible que todos nuestros representantes políticos consensuasen un listado único y esencial de propuestas para la lucha antiterrorista y la atención de los afectados.

Los reticentes ante el hecho de que España sea hoy política y psicológicamente distinta son una de las claves de las tensiones. Pero, pese a ellos, este país mira hacia adelante sabiendo que las fuerzas de seguridad se han mentalizado y empiezan a tener medios de trabajo mas idóneos para combatir las amenazas terroristas, y contando con que actualmente las decisiones políticas de quienes nos gobiernan son, tanto hacia el interior del Estado como hacia el exterior, más abiertas, más matizadas y más apoyadas en la voluntad democrática de la gente. Es el único elemento de consuelo en estos momentos.