Escritor

Estremece el año, y nos estremece más a los que nos contemplamos y nos vemos envejecer con un nuevo dolor todos los días. Nos entristecen cosas que ya no tienen solución como es mandar a casa a Luis Angel Ruiz de Gopegui, cuando nos faltan tantos talentos y nos sobran los testiculares. ¿Por qué no será alcalde de Badajoz un tipo como don Javier Casado? ¿O de Cáceres...? Porque Saponi está mayor, y como apesadumbrado en las fotografías, pese a darse pelijoven. Carmen Heras que sería como Marlen Dietrich. Don Javier le daría otra onda, y en las procesiones estaría genial. Me manda una carta para ponerla en un marco, igual que Oscar que le dan al PP otro aire, tan necesario, con versitos castúos la felicitación del año, tan lejos de ese horrible panfleto (va por el número dos) que sonroja y así no van a gobernar en la vida. Por favor ponga orden señor Floriano en los pruritos monegascos. Es muy importante que el PP haga una ciudad soñada, que podría ser Cáceres donde poder exiliarnos los que no somos del PP pero que pudiéramos pedir asilo. Eso crearía como un oasis que a la larga le daría el triunfo.

Todo el mundo tendría en la retina ese lugar con procesiones, desfiles de cofrades, juegos florales a la Virgen de la Montaña, y una Caja de Ahorros gloriosa como la de Extremadura y glamurosa como ahora. Y una institución como la del Brocense, espejo de institución es bajo el manto de Andrés Rodríguez.

En fin, hoy es un día para decir lo bueno que tenemos que es mucho, y Cáceres no digamos. Me atrevo a asegurar que puede llegar a ser la ciudad perfecta y más si corrigen algunas arquitecturas de las nuevas...

Son los primeros días y estoy de rebajas, cuando me llama Cándido Gómez o sea la Candy Banda, que al parecer la persigue un inspector de Hacienda con el impuesto de sociedades y el IVA porque dice Candi que la culpa la tienen las canciones que canta a la puerta de la cosa que salen en la tele. Todo puede pasar en la vida como sería esta monstruosidad, pero digo yo que alguien hará una investigación a este respecto, o tendremos seriamente que exiliarnos a algún reducto feliz si existe. Pero eso sí, en marzo todos a la guerra.