WEw en los últimos días, los responsables de la Sanidad extremeña han difundido las líneas generales de actuación y de objetivos del Sistema Extremeño de Salud (SES) para el año próximo. De lo dicho se desprende que el 2005 puede ser el año de la sanidad si se cumplen las aspiraciones pregonadas: incorporación de tecnología de última generación, como el PET; apertura de nuevas unidades, como la de oncología infantil o la de fecundación in vitro ; se iniciarán diez nuevos centros de salud y se remozarán 100 consultorios; avanzarán los nuevos hospitales de Talarrubias y Almendralejo; habitación por enfermo en Llerena, Coria y Navalmoral, además del comienzo de la digitalización de las historias clínicas, un proyecto que no parece tan vistoso como los anteriores, pero que tiene la importancia decisiva que supone la posibilidad de que el médico disponga de toda la información existente del enfermo que tiene que diagnosticar...También para los profesionales del SES, el 2005 puede ser un año importante si echa a andar el modelo de carrera que se negocia. Un año, en fin, en que la Junta destina 3 de cada 10 euros a la asistencia sanitaria, el 12% más que en el 2004.

Se trata de un esfuerzo importante que debe ser destacado. Extremadura, como parte de España que es, tiene uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, que es lo mismo que decir que disponemos de un patrimonio social de valor incalculable. Pero es un patrimonio que hay que mejorar y no sólo en dotaciones. Hay que mejorar sobre todo en accesibilidad. La inmensa fortuna que significa la universalidad de nuestro sistema sanitario se echa en demasiadas ocasiones a perder porque la accesibilidad no se cumple cuando un enfermo, harto de esperar a que le atiendan, opta por la sanidad privada. En ese momento y con ese ciudadano, el sistema público ha fracasado. Las listas de espera han mejorado este año: se ha reducido un 7% el número de personas que están pendientes de ser operadas, según los últimos datos publicados por la Consejería. Pero hay otros indicadores que nos sitúan por detrás de la media nacional en tiempo de espera, como es el que transcurre desde que un extremeño es derivado a un especialista hasta que recibe el tratamiento de éste: Extremadura está casi un mes por encima del conjunto del Sistema Nacional de Salud. El tiempo es, por tanto, un factor que examina la calidad del sistema. Y precisamente ayer se refirió al tiempo el consejero de Sanidad: "por primera vez haremos del tiempo un derecho", dijo Guillermo Fernández Vara al anunciar que la ley que garantiza los plazos de atención sanitaria entrará en breve en la Asamblea, después de estar dormida desde abril del 2003. Esa declaración es un buen augurio, porque si el próximo año, además de los avances en dotaciones, el SES logra reducir reducir el tiempo de espera de la atención a la media nacional, entonces sí que se podrán quitar los interrogantes sobre si el año 2005 será --habrá sido-- el año de la sanidad.