Que la Educación en Extremadura sigue viva es un hecho irrefutable, a pesar de los innumerables atentados que viene sufriendo desde diferentes flancos (fuego cruzado en el argot policial) en los últimos años: alumnos apostados estratégicamente en las aulas con el único objetivo de reventar la clase y amargar la existencia al profesor, por supuesto perjudicando a los compañeros que realmente tienen interés, representantes de padres que tratando de asegurarse la poltrona animan a otros (veintiséis familias afines y allegadas) a defenderse de los profesores , así como a denunciarlos por malvados y detestables y atacar a sus inocentes hijos, que están desamparados , responsables de Educación que miran para otro lado porque dependen de los votos, ceses que acaban con la necesaria estabilidad del sistema y rompen los proyectos educativos, etcétera.

XPUES BIENx, cuando parecía que el curso escolar estaba finalizando con cierta serenidad --debido sobre todo a la resignación y al hastío del profesorado ante los múltiples incidentes padecidos a lo largo del curso--, y que tendríamos un mes para recuperarnos, un nuevo sobresalto aparece desde la Consejería de Educación: el cese fulminante de la directora Provincial de Cáceres. Sin entrar a analizar las posibles causas de su cese (que corresponde a otros), quiero regalar algunas reflexiones a quien quiera recogerlas.

No sé si el motivo del cese ha sido la osadía de la exdirectora provincial por rectificar al presidente de la Junta y no medir los riesgos que ello comportaba, si se ha debido a un proceso de escolarización que no ha traído más quejas y enfados de los padres que otros años (es imposible dar gusto a todos), si el motivo han sido ajustes internos, etcétera. Lo que sí tengo cada vez más claro es que lamentablemente se siguen anteponiendo intereses ajenos a los meramente educativos, y que tenemos un largo camino por recorrer si queremos mejorar los resultados y reducir el fracaso escolar, recuperar la dignificación de la profesión docente y atajar contundentemente la violencia y la indisciplina en nuestros centros.

Si fueran ciertos algunos comentarios relacionados con el cese, pienso que los extremeños no tendríamos que pagar los despropósitos políticos de nuestros gobernantes. Los celos profesionales, los despechos personales y las rabietas ante la contrariedad deben resolverse entre los afectados, sin hacernos partícipes al resto de ciudadanos. Bastante tocada está nuestra Educación con tanto cerebro privilegiado como para utilizarla como premio o castigo según la docilidad o la insumisión de unos y de otros.

*Presidente autonómicode CSI-CSIF Enseñanza