En los últimos días se han sucedido estudios y declaraciones de expertos relacionados con el mundo de la vivienda y cabe concluir que no hay acuerdo. Hay un hecho y es que los precios de los pisos han subido menos. Pero, no hay consenso en si ese menor aumento va a continuar, se va a frenar o los pisos van a bajar más. Es una cuestión esta vital, ya que la construcción es una de las patas fundamentales del crecimiento económico. Por ejemplo, el Colegio de Registradores constata que en Madrid y Levante se venden menos inmuebles. Sin embargo, la consultora Richard Ellis asegura que los precios van a volver a subir en los próximos meses. Hay otra realidad a tener en cuenta, ahora mismo se tardan 36 meses en vender un piso, cuando hace apenas dos-tres años no daba tiempo ni a poner el cartel de se vende .

En todo caso, lo que sí no está sujeto a especulaciones es que los tipos de interés de las hipotecas no paran de subir: el euribor acumula 19 subidas mensuales consecutivas y que el BCE ha puesto el precio del dinero en la eurozona en el 3,75 por ciento y no descarta nuevas subidas. Este nuevo escenario supone que las familias, endeudadas hasta las cejas, ya han visto cómo sus pagos mensuales por la hipoteca y los créditos les han robado un buen pellizco de sus ingresos. Una buena prueba de la preocupación ante este nuevo panorama es que los bancos y cajas se han lanzado a una carrera para convencer a sus clientes de las bondades de firmar seguros de tipos de interés.

La preocupación por este asunto este extrema. Si unas de las patas de nuestro crecimiento hace aguas, el sector exterior no compensa y el consumo afloja ante la necesidad de los españoles de apretarse el cinturón, no se podrá sostener el aumento actual del PIB. Quizás no estemos hablando del corto plazo, pero sí de más pronto que tarde. Y de más grave o profunda cuanto el Gobierno tarde en reaccionar y tomar medidas que promuevan la competitividad y la productividad.