El artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en 1948, dice: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". Sesenta años después de la aprobación de esta declaración ese enunciado no deja de ser un propósito incumplido o cumplido a medias. Pese al indudable avance de nuestras sociedades, o tal vez por eso, los desprotegidos no son menos, sino más: inmigrantes, mujeres agredidas, menores, presos, mayores, discapacitados... Los medios de comunicación nos cuentan cada día noticias de violaciones de los Derechos Humanos en medio mundo. También en España donde no es posible dormirse en los laureles porque muchas personas sufren cada día agresiones a sus derechos sin que, en muchas ocasiones, puedan defenderse.

Hace años, e incluso siglos, cuando aún estos problemas no eran un clamor social, los colegios de abogados pusieron en marcha la asistencia a los pobres, y después, servicios de orientación y asistencia jurídica voluntaria y gratuita a inmigrantes, a mujeres maltratadas y, más recientemente, a menores, a mayores y a discapacitados y, por supuesto, a las personas privadas de libertad. El Estado, las comunidades autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos han asumido después la carga económica de todos o algunos de estos servicios que marcan la diferencia entre una sociedad que aspira a la justicia y otra donde está instalada la injusticia. Para los abogados, el derecho a la defensa, al consejo, al asesoramiento, es el primer derecho de todos, la llave que abre cualquier otro. Sin el derecho a la defensa, todos los demás derechos decaen y quiebran.

XBAJO ELx lema "difundir, informar, acercar y concienciar", la Caravana de los Derechos Humanos que han puesto en marcha el Consejo General de la Abogacía Española y el Colegio de Abogados de Cáceres, es una iniciativa interactiva en la que los visitantes se involucran de forma activa y pueden sentir en su propia piel situaciones habituales para muchos colectivos de nuestra sociedad. Verán cómo viajan los inmigrantes que cada día llegan a nuestro país en un cayuco o cómo sufren las mujeres que son víctimas de la violencia en el hogar. Conocerán datos y cifras sobre la situación de los colectivos que más sufren la vulneración de los Derechos Humanos en España y en el mundo y podrán preguntarse si es verdad que aquí vivimos todos bien y si todos tenemos los mismos derechos. No es una exposición cómoda , pero sí es una exposición que nadie debería dejar de ver.

Esta caravana, que también ofrece información acerca de la labor del consejo, de los colegios y de los abogados en la defensa de los Derechos Humanos, responde al compromiso social de los abogados de estar con los más desprotegidos, de atender el turno de oficio y la justicia gratuita. La defensa de quienes lo necesitan a través del turno de oficio y de la asistencia al detenido no es sólo una obligación que corresponde al Estado y que ha sido encomendada constitucionalmente a la abogacía. Es, ante todo, un derecho fundamental de todos los ciudadanos, pero también el arco de la bóveda que soporta la dignidad personal de saber defendibles todos los derechos y libertades en cualquier sitio y situación, tal como se estableció hace sesenta años en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Somos abogados al servicio de los ciudadanos, de la sociedad.

La llegada de la Caravana de los Derechos Humanos a Cáceres es una oportunidad para la reflexión y el compromiso de cada uno. Podemos, pero no debemos callar ante las violaciones de los Derechos Humanos en cualquier lugar del mundo o en España. Ni los abogados ni los ciudadanos. Al fin y al cabo ese es un compromiso de todos si, efectivamente, creemos que las palabras son algo más que palabras y que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros".

*Decano del Colegio de Abogadosde Cáceres.