El día 27 de enero el señor Martín Pallín , magistrado emérito del Tribunal Supremo, escribía en estas páginas sobre el aborto defendiendo una modificación de la ley que básicamente se sustentará en el aborto libre durante las primeras 24 semanas, hasta los 6 primeros meses de embarazo, aunque luego se refiere al derecho comparado y establece un calendario que pasaría por ampliar de 12 a 22 semanas la posibilidad de abortar un niño fruto de una violación; controlar y limitar hasta 23 semanas la posibilidad de abortar cuando se trate de la salud psíquica de la madre, en lugar de permitirlo sin límites, y que se fuera flexible con el plazo de 22 semanas permitidas en caso de malformaciones del no nacido.

Vamos a poner en su sitio inexactitudes jurídicas inexplicables: 1.º.--La ley que despenaliza el aborto es la 9/85 de 5 de julio, que reforma el artículo 417 bis del código penal; 2.º.--Pallín habla de interrupción legal del embarazo, cuando debería saber que en España, como en casi todo el mundo, existe el delito de aborto. La explicación: en España hay tres supuestos (violación, peligro físico o psíquico para la madre y malformación del feto) en que la comisión del delito no conlleva castigo penal; 3.º: Pallín olvida que el no nacido está sujeto a protección jurídica, que no se puede trocear como hemos visto que pasaba en clínicas abortistas de Barcelona.

El señor magistrado utiliza tópicos sobre las asociaciones provida: desde estas asociaciones informamos de lo que es realmente un aborto; informamos que las madres también son víctimas, pero no las madres que dejan nacer a sus hijos sino las que abortan, porque quitarse un hijo del cuerpo no equivale a quitárselo de la mente ni del corazón.

XLAS ASOCIACIONESx asociaciones provida no somos rescoldos de intransigencia: la de Badajoz ayuda anualmente a un centenar de mujeres a salir adelante con su embarazo, prestándoles ayuda sanitaria, psicológica, jurídica y económica, y somos la llama que recuerda que la madre que aborta es víctima de su tragedia, que lo es su hijo y la sociedad, porque en España en el 2006 se produjeron más de 100.000 abortos y eso, señor Martín, son tragedias inadmisibles en sociedades avanzadas del siglo XXI.

No se puede defender el aborto con argumentos científicos: la ciencia nos dice que "desde el momento en que al óvulo le llega la información contenida en el espermatozoide existe un ser humano" (prof. Jerome Lejeune , catedrático de Genética- Sorbona de París). La ciencia dice que al 17 día de embarazo el hígado de la nueva criatura ha desarrollado sus propias células sanguíneas, la placenta es parte de la nueva vida, no de la madre; un día después se pueden apreciar las contracciones del corazón, al otro comienza el desarrollo ocular y al siguiente la base completa del sistema nervioso. A las 18 semanas (4 meses y medio) el no nacido mide 24 centímetros, se aprecian los órganos genitales, da patadas y gira, agarra y se estira con movimientos deliberados y coordinados. Y todavía nos queda un mes y medio para los 6 meses; por lo dicho no se puede defender el aborto hasta los 6 meses por inmadurez del embrión, que obviamente necesita de la colaboración de padres y médicos hasta que nace y también después, pero nadie tiene derecho a poner plazos en la vida de nadie aunque el no nacido suponga un problema para sus padres.

Parece que nadie es partidario del aborto, aunque unos menos que otros: las clínicas abortistas han creado franquicias que generan un volumen de negocio cifrado en miles de millones de euros.

El aborto es una tragedia personal, familiar y social que no puede ser defendido en nombre del progreso y del derecho (sin vida no hay derecho), ni por ideologías, ni menos aún en nombre de la ciencia. Hay alternativas para no seguir callados aceptando que en España decenas de miles de niños no nacidos sean troceados con bisturí, absorbidos con aspirador hasta quedar deshechos o quemados por solución salina hasta morir para ser expulsados después del útero materno, tres sistemas utilizados para provocar abortos que muchos siguen creyendo progresista y de lo cual algún día la humanidad sentirá vergüenza como la sentimos hoy por la esclavitud de antaño felizmente superada, pero que tantos debates y guerras originó, como sabemos que a guerras y terrorismo supera en cifras el aborto.

Un embarazo no esperado y no querido puede generar conflictos personales, aunque puestos en una balanza los problemas y la vida, la prioridad dominante es evidente como en "El grito silencioso" proclama el doctor Bernard Nathanson , padre del aborto en EEUU convertido hoy a la causa provida, desde la que solicitamos que el no perder más vidas no dependa de quien gobierne. La mujer embarazada necesita ayuda y el aborto solo engendra muerte y sufrimiento: realidad incontestable.

*Asociación Provida