La LOCE fue la "no nata" pero la LOMCE, de seguir así, será la mortinata o nacida muerta. No es que la LOMCE sea absolutamente mala, tampoco que no pueda mejorar algo (en cuanto a reformas técnicas), nuestro pésimo sistema educativo actual que no es más que una prolongación parcheada de la denostada LOGSE, es que va a nacer muerta por el altísimo rechazo social, político y sindical que está generando y que en parte ha sido engordado por la falta de capacidad negociadora, de diálogo, escucha y comunicación.

Tanto la flexibilización de la Educación Secundaria Obligatoria, la doble vía de cuarto de la ESO, el trato de la FP con sus accesos y retrocesos, así como los canales abiertos entre ESO, FP y Bachillerato aunque mejorable, pueden ayudar a rebajar el fracaso escolar y abandono temprano, elevar el nivel de exigencia o esfuerzo en cuanto a las materias a superar o igualarlas en todo el territorio nacional. E incluso, aunque excesivas en cantidad y calidad, las evaluaciones externas, también servirán para detectar problemas y diferencias entre comunidades, aún siendo la necesidad de la superación de algunas de las mismas uno de sus escollos y que fácilmente pudiera haber sido superado con un poco de voluntad política.

El resto, que es mucho, es decir, todo aquello que más necesita de diálogo consenso y aprobación social, es y será un total fracaso por falta de apoyo y que difícilmente mejorará en su trámite parlamentario. Una ley educativa no son medidas fiscales, ni tributarias, debe estar arropada y ser aceptada, pero de verdad, de corazón, por una buena parte de la población, agentes sociales e instituciones de diversos ámbitos.

Todavía estamos a tiempo, por el delicado momento y situación de nuestra educación, de nuestros jóvenes y en definitiva de nuestro país. Esta no puede ser una reforma educativa más, debe ser la reforma que todos esperamos y que por desgracia necesitamos, para ello solo hay una solución, que la mortinata abra los ojos-y los oídos y la boca, pero a la vez y en compañía, como ya se hizo en Extremadura y también con mayoría.