El aficionado está de suerte. A pocos meses del final de la Liga que tendrá lugar en marzo, todo está aún por decidir. Los dos grandes equipos nacionales, el Recreativo Castizo (también llamado el Obispero ) y el Atlético Guay (apodado la Pánfila) están empatados a puntos en la clasificación. Dos filosofías de juego, dos ideas del deporte y dos negocios sucios muy diferenciados tratan de imponerse y no dejan pasar día sin robarse los titulares mediáticos.

La Pánfila tenía esta semana un partido de exhibición contra un equipo internacional en el que figuraban jeques árabes, presidentes caucásicos y varios capos. Todos esperábamos ablaciones públicas, reparto de alijos, muestra de armas químicas, pero la mitad de los invitados estaban en la cárcel y la otra mitad en los montes de Afganistán y no pudieron acudir. Con un equipo tan mermado, la exhibición quedó gris.

No pudo aprovechar la ocasión el Obispero. En una audaz maniobra, su capitán, el polivalente Rajoy , fichó a uno de los grandes guardametas del fútbol nacional, el temido Pizarro , elevado a la fama tras su encontronazo con un agresivo ariete pánfilo que trató de comprarle la camiseta por una décima parte de su valor. El brillo de la operación, sin embargo, se vio ensombrecido por la lesión de su delantero centro, Gallardón , cuyo nombre ya lo dice todo, el cual tuvo que ser sustituido por la aguerrida Aguirre , cuyo juego es eficaz como extrema derecha, pero que no da juego en el centro del campo.

Los equipos menores, muy alejados, solo aportan sus tradicionales activos. El equipo vasco (RH muy negativo) y el catalán (Tots som Josep Lluís ) han vestido a sus jugadores con el clásico atuendo de los coros y danzas, pero eso no parece animar ni siquiera a sus fanáticos seguidores.

Ha sido una semana homérica que hace suponer una final apoteósica. Excelente compensación por el aburrimiento supino de las elecciones generales, enfangadas en una disputa sobre si el Real Madrid chupa más del presupuesto que el Barça. Los estadios están llenos y las urnas vacías. Albricias.