No podemos estar conduciendo por una vía de aburrimiento soberano con este tema de la Asamblea de Madrid"? Lo preguntaba Miguel Angel Oliver, en la SER, y seguro que si en ese momento abre las líneas telefónicas se le colapsan con voces diciendo que sí, que nos aburrimos soberanamente con este horrible culebrón político madrileño. Pero, después de lo de Atutxa y lo de Beloki, es lo que hay. El propio Oliver, tras su sincera reflexión, se lanzó por el monocarril, y le pidió opinión a Javier Pradera sobre quién tiene la culpa del bloqueo de la comisión de investigación de la trama político inmobiliaria que... etcétera, etcétera, etcétera. Dijo Pradera: "Me aburro mucho, sobre todo porque tanto el PSOE como el PP actúan con estrategias aburridas, cuando ambos debieran estar interesados en aflorar una corrupción transversal que afecta a los dos. De todos modos, nadie quiere aclarar nada en vísperas electorales". José María Ridao también se aburría, pero estuvo lúcido cuando dijo: "Parece que quien comparece en una comisión de investigación ya está bajo sospecha. El Partido Popular dice que no deben comparecer ciertas personas porque no se ha acreditado su relación con el caso: justamente eso es lo que la comisión trata de esclarecer, no con esas personas, sino con la aportación de esas personas". Y Carlos Elordi rompió el tedio que se apoderaba del debate levantando la carga de sus adjetivos: "Es escandaloso que el Estado aún no haya intervenido en un espectáculo que a unos conduce al aburrimiento y a otros a la melancolía". Y a muchos otros a las dos cosas a la vez.