TSte presentaba esta semana a la opinión publica un nuevo artilugio, que permitirá a algunas personas poder disfrutar de determinadas zonas hasta ahora inaccesibles para ellos en Monfragüe. Bien es cierto que en nuestro parque nacional desde hace tiempo se realizan importantes esfuerzos para lograr una mayor accesibilidad.

Accesibilidad no consiste en que todo el mundo suba a los lugares más altos e inaccesibles de nuestros espacios protegidos o de nuestras ciudades. La accesibilidad se refiere a un conjunto de técnicas, específicas de cada campo, que permiten eliminar barreras haciendo que las oportunidades aumenten para todo el mundo. Hemos de tener en cuenta que todas las personas tienen características físicas diversas, capacidades personales diferentes y, por eso, cada uno se relaciona de forma diferente con su entorno. Esta disparidad de situaciones hace que, para mucha gente, existan barreras que les separan del objetivo que persiguen.

Pero deberíamos tener en cuenta que en España, según los últimos estudios de las discapacidades del Instituto Nacional de Estadística hay 3.8 millones de personas con discapacidad, lo que supone mas de un 8.5% de la población. En Extremadura el numero de persona con algún tipo de discapacidad asciende a 102. 291 habitantes. Según los datos del Eurostat sobre discapacidad en Europa, un 14.5% de las personas entre 16 y 64 años tienen una discapacidad en mayor o menor grado: 4.5% severa y 10% moderada.

Es decir, según los datos del INE y de otras fuentes estadísticas, existen en España cerca de 3,8 millones de personas con alguna discapacidad y 35 millones en toda Europa. Se trata de visitantes y turistas que planifican sus viajes en función de la accesibilidad del destino, por eso la calidad y la accesibilidad deben ser valores diferenciales de la oferta turística.

XHEMOSx de tener en cuenta que no se concibe un turismo de calidad si no está al alcance de todos, y que un objetivo prioritario debe ser que los espacios protegidos se consoliden como destinos turísticos accesibles y sin barreras. Así mismo puede ser interesante contar en nuestros parques y centros de interpretación con documentos e información escrita siguiendo indicaciones de la llamada "fácil lectura". Trabajar por la accesibilidad nos beneficia a todos.

Cuando realizamos acciones a favor de la accesibilidad debemos tener en cuenta que existe un gran sector de población que se beneficia de la accesibilidad, no sólo las personas con discapacidad. Unos de los más beneficiados son, sin duda, los ancianos ya que existen una serie de problemas asociados con la edad que, sin ser considerados discapacidad, sí que dificultan la realización de determinadas actividades en el entorno, e incluso en sus domicilios cuando acceden a páginas web.

En Europa, y en particular en España, el envejecimiento progresivo de la población es un hecho. La mejora de la calidad de vida, juntamente con la baja natalidad, hacen esta tendencia imparable. Actualmente un 35% de la población es mayor de 65 años. Y los cálculos más optimistas dicen que en España, el año 2050, más del 45% de personas serán mayores de 65 años, y en el conjunto de Europa más del 40%. Esto supone un compromiso y una responsabilidad si queremos planificar el futuro.

Se ha avanzado en la accesibilidad en entornos, equipamientos, servicios y actividades relacionadas con la naturaleza y todos estos avances contribuyen a que cada persona, tenga o no una discapacidad, pueda elegir y participar más libremente en las actividades de ocio relacionadas con el medio natural. La accesibilidad es parte de ese estado del bienestar al que no podemos renunciar, sobre todo porque es el bienestar de los que más lo necesitan.